Veracruz, Ver.- El puerto de Veracruz podría tener un recrudecimiento en la violencia, derivado del combate frontal que autoridades de seguridad pública emprendieron en diversas regiones del estado en contra de delitos de alto impacto.
Arturo Matiello Canales, presidente de la Asociación de Consejos de Participación Ciudadana y experto en temas de seguridad, dijo que es momento de pensar en blindar la zona metropolitana con puestos de revisión que puedan contener el ''efecto cucaracha''.
“Yo recomendaría un modelo similar al que existe en Yucatán, en Mérida, en donde existen puestos de control para los vehículos que ingresan, un modelo preventivo europeo, que hasta ahora ha funcionado evitando el ingreso del crimen organizado”
El especialista indicó que hasta ahora, la ciudad de Veracruz y su conurbación con Boca del Río figuran en el contexto estatal como la región más segura, incluso con menor incidencia criminal que Xalapa, capital del estado.
Sin embargo, no quiere decir que los indicadores sean del todo favorables, pues el problema se localiza en delitos del fuero común que tienen repercusiones de tipo patrimonial en las víctimas.
En estos casos, la violencia utilizada es una característica que alarma.
MÁS DE MIL 600 ROBOS
De acuerdo con el reporte de incidencia delictiva que elabora el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el delito más recurrente en el puerto de Veracruz es el robo.
En este espectro de delitos patrimoniales el robo a negocios, los asaltos a mano armada y el robo de automotores son los más comunes.
Según el conteo de la dependencia federal, que reúne sus estadísticas del reporte que emiten las Fiscalías estatales, entre enero y julio del 2019 se registraron mil 615 delitos patrimoniales.
De la cifra antes mencionada 814 fueron robos violentos en comercios, así como 67 no violentos.
Le siguieron los robos a automotores, que sumaron al en la se mismo periodo, solo en la ciudad de Veracruz,464 casos; de los cuales 305 fueron vehículos de cuatro llantas y el resto motocicletas.
Arturo Matiello Canales señaló que se trata de delitos que afectan directamente a la población, pero que no se compara con el impacto que dejan otros delitos en donde se involucra el crimen organizado, como ocurre en la región de Coatzacoalcos, Orizaba, Tuxpan e incluso Xalapa.
ALARMAS ENCENDIDAS
Dos hechos ocurridos en la última semana deberían atraer la atención de autoridades en materia de seguridad, el primero es la acusación de comerciantes del fraccionamiento Geo Villa del Puerto, quienes afirman que el cobro de derecho de piso se convirtió desde junio pasado en una realidad que mantiene en la zozobra a los microempresarios.
El reporte oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó entre enero y julio 27 casos de extorsión; junio fue el mes con más denuncias al sumar 24, es decir, el 90 por ciento de los casos.
El alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, dijo que el tema será expuesto en la mesa de seguridad donde participan autoridades estatales y federales, aunque recomendó a los afectados formalizar las denuncias para que la autoridad pertinente investigue.
El otro hecho que llama la atención es la liberación de dos personas que se mantenían privadas de la libertad en una casa de seguridad localizada en el fraccionamiento Los Pinos, en el norte de la ciudad.
El rescate de las dos víctimas ocurrió el miércoles 11 de septiembre, luego de que una logró escapar maniatado y desnudo, para pedir auxilio.
Estos serían los dos únicos secuestros ocurridos durante el presente año en el municipio de Veracruz, pues otros 13 casos se clasificaron como secuestros extorsivos en donde no hubo uso de la violencia ni se privó de la libertad física a las víctimas.
Los casos mencionados son delitos de alto impacto que destacan de la tendencia en índices criminales registrados en los municipios de Veracruz, por lo que requieren la atención de la autoridad, afirmó Matiello Canales, quien apuntó que los indicadores que se publiquen sobre el mes de agosto serán decisivos para determinar si la estrategia debe modificarse.
ygr