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Verónica desapareció en Chihuahua; su hijo la encontró 14 años después en el Edomex

Jesús Gilberto fue abandonado por su madre cuando tenía tres años y esto fue lo que tuvo que pasar para reencontrarse con ella

Escrito en ESTADOS el

La madre de Jesús Gilberto desapareció en 2005 en Chihuahua: era víctima de un trastorno mental que se detonó tras la pérdida de su primer hijo. Catorce años después, tras meses de búsqueda, el joven se reencontró con ella en Los Reyes La Paz, Estado de México; a más de mil 300 kilómetros de distancia.

En 1997 ella había sufrido uno de sus primeros episodios de esquizofrenia al abandonar a su segundo hijo, el propio Jesús Gilberto, de 3 años de edad, a la orilla de un río en Chihuahua.

Desde entonces el DIF se encargó de la tutela del menor por la condición mental de su madre, según información de Diario.

Después del DIF, la familia del padre de Jesús se encargó de sus cuidados, pero él huyó de en diversas ocasiones. Fue hasta que en 2006 se reencontró con la familia de su madre; cuando tenía 12 años.

Verónica Montes Domínguez nació en marzo de 1971, y hasta el momento de su desaparición, medía 1.70 metros; era de tez morena clara, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Centro.

La imagen que se encontraba en la carpeta de investigación 0520347/2005 apenas se parecía con la mujer que fue encontrada en la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Jesús la había buscado por años, pero los deficientes protocolos para la búsqueda de personas desaparecidas no arrojaron pistas para la familia de Verónica.

Fueron años de citas en la Fiscalía, de llamadas en las que me decían que iban a buscarla, pero no. Gobierno tras Gobierno, al caso de mi mamá le daban carpetazo”, declaró Jesús en entrevista con Diario.

Verónica (Imagen: Diario)

Facebook fue la clave para encontrar a su mamá. Jesús Gilberto y su novia Diana, que cumplían dos años de relación, decidieron retomar la investigación de Verónica a inicios de 2018; cuando su hijo Jesús se recuperó de leucemia.

Sé que es como buscar una aguja en un pajar, pero si me ayudan compartiendo quizá hoy sí tengamos éxito y podamos encontrarla para que su hijo se reencuentre con ella… Si está información llega a ella de alguna manera, queremos hacerle saber que su hijo la ha buscado incansablemente, que no hay juicio de su parte, que no importa lo que haya pasado, sólo quiere volver a ver el rostro de su madre y poderla abrazar”, decía una publicación de Jesús en octubre de 2018.

La búsqueda comenzó en Ciudad Juárez, donde le habían dicho que se encontraba: pero se trataba de una pista falsa.

Iba a Juárez más o menos desde los 16 años. En una de esas veces hacía frío y me llevaron a un albergue, como era adolescente me dejaron ahí seis meses hasta que cumplí la mayoría de edad”, contó.

El joven recibía de todas partes del país decenas de testimonios de personas que aseguraban haber visto a Verónica, en condiciones de mendicidad, pero Jesús no reconoció a su madre en ninguna imagen; a pesar de que no la conocía.

Mi novia me decía que cómo era posible que supiera que no era ella si hacía más de 20 años que no la veía. La verdad es que yo no tengo recuerdos de ella, pero es de esas cosas que se saben”, confesó.

Fue hasta inicios de este año, que Jesús y su novia tuvieron la pista más sólida. Una persona de Iztapalapa se había puesto en contacto con Diana para decirle que, en un momento de lucidez, una mujer que deambulaba en la zona se había identificado como Verónica Montes Domínguez, que era originaria de Chihuahua y era madre de dos hijos.

En cuanto recibieron una foto, Jesús no dudó en comprar los vuelos redondos para buscarla en la capital del país, una ciudad que era totalmente desconocida para él.

El 8 de febrero, ambos, en compañía de la tía de Jesús, arribaron a la Ciudad de México con la esperanza de encontrar a Verónica en la Central de Abastos.

Ahí buscaron por toda la noche sin encontrarla.

El 9 de febrero tampoco la pudieron encontrar, a pesar de la solidaridad que encontraron en la ciudad.

Ese día, desde medio día, un taxista sin cobrarnos nos ayudó todo el día hasta casi medianoche para hacer más fácil la búsqueda. Ese día tampoco tuvimos éxito, solo sabíamos que estábamos muy cerca pero al mismo tiempo muy lejos”, declaró Diana.

Pero el 10 de febrero, la fecha marcada en los boletos para tomar el avión de regreso, Diana recibió una fotografía que los impulsó a seguir la búsqueda.

Aunque Vero seguía ahí, no se cruzaban nuestros caminos. Justo en el segundo en que dijimos; ‘vámonos! no lo logramos’, justo en ese segundo, sonó mi celular y me llegaba una foto de mi suegra vagando por otro municipio lejos de ahí”, relató en su página de Facebook.

En ese momento se trasladaron al municipio de Los Reyes La Paz, Estado de México, donde encontraron a Verónica.

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Verónica (Imagen: Diario)

“… ahí estaba ella, sentadita, lastimada, casi olvidada, con una imagen tan triste como la de miles de indigentes allá en México, con su mente en otro espacio, muy lejos de ahí. Reconoció de inmediato a su hermana, y recuerda a su hijo pero de 3 años (como lo vio la última vez), el tiempo para ella se paró, bloqueó todo lo que la dañó, que supongo ha de ser inimaginable”, continuaba la descripción.

Ese día los cuatro pudieron regresar a Chihuahua.

(Con información de Diario)

cmo