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“Vengo de la drogadicción, una vida de infierno”; Alfonso ayuda a personas adictas

Alfonso es un joven de 25 años que, con 21 adictos en recuperación, crearon un comedor ambulante para repartir comida a personas adictas o en situación de calle

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Escrito en HIDALGO el

PACHUCA. – Durante ocho años Alfonso fue adicto a las drogas y el alcohol, sus vicios lo llevaron al narcomenudeo, a robar y vivir en las calles, pero desde hace cinco años está en rehabilitación y ahora reparte alimentos en basureros, bulevares y semáforos de Pachuca para ayudar a personas alcohólicas, drogadictas o en situación de calle, como él lo padeció.

Llevar comida es regresar lo que muchos hicieron conmigo: extenderme su mano. Yo que venía de las calles, de la drogadicción y el alcoholismo, de una vida de infierno”.

Alfonso es uno de los 22 adictos en recuperación que el 12 de diciembre de 2021 crearon un comedor comunitario donde se reúnen cada fin de semana para preparar desayunos que después distribuyen en calles de la metrópoli para ayudar a personas con adicciones o de escasos recursos, esa es su terapia.

DE VAGAR EN LAS CALLES DEL EDOMEX A REPARTIR ALIMENTOS EN PACHUCA

Oriundo del municipio de Huixquilucan, Estado de México, Alfonso llegó hace cinco años a Pachuca. Los problemas de alcohol y drogas que tuvo en su lugar de origen lo desplazaron a la capital de Hidalgo.

Actualmente tiene 25 años de edad y el tiempo que lleva habitando en la metrópoli es el mismo que tiene sin beber ni consumir estupefacientes, pero parte de su infancia y adolescencia la pasó vagando en los barrios de Tacubaya y otras zonas de la Ciudad de México.  

A los 12 años fue cuando Alfonso empezó a beber alcohol y después a fumar mariguana, el ambiente y las amistades donde creció fueron algunos factores que lo orillaron a las drogas, pero la causa principal la atribuyó a la falta de atención de sus padres.

Fue el ambiente donde yo me desenvolví, colonias de mucha maldad, mis amistades y agregándole que mis papás no estaban al pendiente de mí. Empecé con el alcohol del más barato, continué con la mariguana y de ahí me metía todas las sustancias ilícitas que existen”.

A pesar de la falta de interés de su mamá y papá, Alfonso tenía una casa a la que solo llegaba a dormir, un día no regresó y eligió dormir en las calles, después comenzó con asaltos a peatones, automovilistas y en las tienditas de abarrotes para conseguir dinero, celulares o artículos de valor que intercambiaba por sustancias.

Vagaba en las calles, tratando de conseguir la droga y llegaba a casa, pero el lugar solo lo ocupaba de hotel, solo dormía y al otro día igual a drogar, así diariamente, pero existió un momento en el que ya no llegué y empecé a dormir en las avenidas, en los autos abandonados”.

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En ese entonces, las adiciones también le impidieron continuar sus estudios. Alfonso inició la preparatoria, pero lo expulsaron por vender mariguana adentro de su escuela.

Durante ocho años vagó en las calles, hace cinco llegó a Pachuca y dejó de consumir drogas cuando conoció Shaqued A.C., una asociación que ayuda a personas con adiciones y que impulsó el proyecto de repartir alimentos a personas con problemas de alcoholismo o drogadicción.

Creo que hoy que estoy de este lado es grato pasar el mensaje y decirles que si se puede. Que se puede cambiar de vida, porque yo lo sé y puedo imaginar lo que viven esas personas que no tienen un hogar, que no tienen una casa, a veces es difícil entenderlos porque entramos en la juzga, pero uno no sabe por lo que están pasando ya sea abandono o problemas”.

Por ahora, Alfonso se dedica a repartir comida a los adictos que deambulan en vialidades de la ciudad, retomó sus clases, está por concluir la preparatoria abierta y tiene un trabajo en el departamento de papelería y productos de limpieza de una comercializadora.

COMEDOR AMBULANTE, TERAPIA PARA ADICTOS EN RECUPERACIÓN 

Alfonso es uno de los 22 adictos en recuperación que integran el comedor ambulante denominado “La Milla Extra”, que fue inaugurado a mediados de diciembre de año pasado.

Cada fin de semana, voluntarios, donadores de alimentos y personas exadictas, se reúnen desde las 8 de la mañana en una casa ubicada sobre la Avenida de los Árboles, colonia Tulipanes, donde preparan de 70 a 100 desayunos.

Los kits de alimentos se elaboran con donaciones por eso el menú es variado, algunas veces hay sopa que se guarda en vasos térmicos para mantenerla caliente, en otras se hacen tortas, sardinas o cocteles de fruta.

La distribución comienza antes del mediodía los sábados y domingos en bulevares de la metrópoli, alrededor e interior de la central de abastos donde hay vendedores ambulantes, pepenadores y personas alcohólicas.

Repartir alimentos es una forma en la que los adictos complementan su rehabilitación, explicó Gina Paola Castañeda Morales, vicepresidenta de Shaqued A.C.

Cuando otorgamos el alimento decimos unas palabras que son sencillas: hay personas que estamos pensando en ti y que te queremos. A veces a quienes les entregamos no están bien mentalmente, pero si alcanzan a responder o escuchar, lo más gratificante es que al terminar de entregar el platillo nos damos la vuelta y ellos ya están comiendo”.

Shaqued A.C. comenzó a operar en el año 2000 pero fue constituida legalmente el 12 de julio de 2018 para la prevención de salud mental, atención psicológica a infancias y adolescencias, así como rehabilitación a personas con adicciones.


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