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“Vemos pasar gente, pero no compran”: comerciantes del centro de Pachuca

Ha pasado casi una semana de que el semáforo pasó a verde, pero a pesar de la ampliación de los horarios, las ventas en comercios de Pachuca no repuntan

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– Debido a las bajas ventas durante la pandemia, Isabel ha pensado en rematar la ropa y trasferir su local, que desde hace 30 años tiene en el centro histórico de Pachuca.

Yo ahorita estoy pensando en traspasar el negocio porque no aguanto la angustia de estar aquí y no vender, es terrible”.

Luego de que el lunes Hidalgo pasó a verde en el semáforo epidemiológico y con ello se permitió la ampliación de aforos y horarios, para que los comercios de la capital operen al 50 por ciento de su capacidad hasta la hora que indica su licencia de funcionamiento, comerciantes como Isabel Coronado Téllez no han visto mejorías en sus ventas.

Tras un sondeo que realizó LSR Hidalgo a trabajadores y propietarios de locales ubicados en el primer cuadro de la ciudad, los entrevistados coincidieron que, a pesar de la disminución de restricciones para laborar, sus ventas continúan a la baja, pues señalan que las personas carecen de recursos para comprar artículos que no son de primera necesidad.

PASEAN, PERO NO COMPRAN

Isabel Coronado Téllez es una mujer de la tercera edad, que desde hace tres décadas vende ropa en la calle Ignacio Allende de Pachuca, a través de los vidrios de su local, observa como las personas caminan por la avenida sin detenerse a preguntar costos de la ropa que oferta y menos entrar a su negocio.

No compran, nada más la gente está en la calle, pero no compra, no sé qué pasó. Es una cosa extrañísima, porque no compran y es angustiante porque los gastos siguen, la luz, la renta, impuestos. De verdad es angustiante”.

De los 30 años que lleva como comerciante, dijo que no recuerda una ocasión similar en el que se hayan presentado tan bajas ventas; excepto la ocasión cuando abrieron su tienda y robaron casi toda la mercancía, aunque se repuso, a diferencia de la pandemia que implicó cerrar su local en dos veces, de marzo a julio de 2020, y una más de enero a febrero de 2021.

Tras estos cierres temporales, Isabel señaló que no aguantaría uno más, por ello, agregó que teme que el semáforo de riesgo epidemiológico regrese a rojo o naranja y de nueva cuenta las autoridades le pidan cerrar sus cortinas. 

A mí como comerciante, el semáforo verde me da desconfianza, que no nos engañen que estamos en semáforo verde, yo más bien siento que lo están haciendo por las elecciones y a mí me da la impresión de que pasando las elecciones van a salir con su jalada de que nuevamente está la pandemia y hay que cerrar”.

Isabel calculó que sus ventas están por debajo del 30 por ciento e incluso, indicó, hay días en que no vende, por lo cual ha pensado en rematar sus artículos y transferir el local que le ayudó a subsistir y ofrecer una carrera profesional a sus hijos. 

De hecho yo ahorita estoy pesando en traspasar el negocio porque no aguanto. La angustia de estar aquí y no vender es terrible (…), la ropa la remataría, a menos del costo, no importa, recoger un poco de lo que invertí y ya”.

NO HAY DINERO

En una situación similar a la de Isabel está Martha –nombre que fue modificado a petición de la entrevistada-, quien vende en el centro de la ciudad productos de higiene, cuidado personal y maquillaje.

Esta semana cambió el semáforo, pero continuamos igual, casi como si estuviéramos en cierre total, porque siguen las ventas muy bajas”.

Aunque Martha indicó que tiene la esperanza de que la demanda aumente en los próximos días, también reconoció que es complicado que la población adquiera productos como los que comercializa, situación que atribuyó a una escasez de dinero. 

Los fines de semana se ha mantenido igual, aquí no se sabe qué día es realmente una buena venta o qué día es mala venta (…) vemos pasar gente, pero a veces no compra, yo creo que la economía está mal, muy baja”.

Mientras que la trabajadora de un local de artículos para infantes consideró que la disminución se debe a una confusión entre los horarios de cierre, pues, aunque cada local ya puede operar según lo que marca su licencia, los usuarios se acostumbraron a encontrar todo clausurado a partir de las 6 de la tarde, por la pandemia.   

La gente se acostumbró a que cerramos a las 6 de la tarde y ya no vienen, si ahorita está muerto en la tarde, peor”.

Asimismo, agregó que los fines de semana es casi igual a pesar de una mayor movilidad de las personas por la ciudad. 

Las ventas siguen iguales, incluso hay días que están más bajos que otros, igual muchas personas entre semana no andan aquí en el centro, aun con el semáforo verde. Los fines de semana hay más actividad y poca venta”. ?


Fotografías Lorena Rosas


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