PACHUCA.- Debido a que las clases actualmente son impartidas a través de la televisión o en línea, por la pandemia del covid-19, algunos padres de familia han contratado a educadores particulares por falta de tiempo para estar con sus hijos debido a sus trabajos, preocupación por rezago educativo o hasta para remplazar la educación de una institución educativa en lo que pasa la emergencia sanitaria.
En marzo la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció que adelantaría las vacaciones de Semana Santa por la pandemia, por lo que comenzaron a partir del 20 de marzo y terminaron el 20 de abril, pero después de ese periodo los estudiantes aún no han regresado a clases presenciales. Terminaron el ciclo escolar 2019-2020 a distancia y comenzaron el nuevo con la misma modalidad.
Vanessa Mendoza Hernández, técnica profesional en puericultura, comenzó a ofrecer el servicio de clases particulares y regularización a principios de año. En febrero empezó apoyar con la enseñanza de dos hermanas: una cursaba el tercer grado de preescolar y la otra el primer año de primaria, ambas en escuelas particulares.
Cuando terminaron las vacaciones de Semana Santa, las dos niñas recibían clases en línea, pero como sus padres no contaban con el tiempo suficiente para acompañarlas durante sus sesiones de aprendizaje decidieron seguir pagando por los servicios de la joven educadora, quien se conectaba con las dos pequeñas a sus clases y después reforzaban los temas.
Vanessa tiene 19 años de edad, vive en Tizayuca y en ese municipio ofrece sus servicios como educadora. Estudió la carreta técnica de puericultura en la preparatoria, realizó prácticas profesionales y su servicio social en instituciones educativas, trabajó en una estancia infantil y ahora estudiará la licenciatura en pedagogía, narró en entrevista.
REMPLAZAN ESCUELA POR MAESTRA PARTICULAR
A principios de agosto las autoridades federales anunciaron que el ciclo escolar 2020-2021 comenzaría a distancia y que se televisarían los contenidos educativos a partir del día 24.
Antes de que comenzaran las clases, los padres de Fabricio, un pequeño de 4 años de edad que apenas iba a entrar al preescolar, decidieron no inscribirlo a la escuela y contrataron a Vanessa para que lo educara desde su casa.
Él no toma clases en línea, solo las que yo le doy”, mencionó.
Vanessa emplea su enseñanza con Fabricio con base en los campos formativos, como son el lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo, arte y educación física.
Narró que, por ejemplo, le ha enseñado las vocales, los números del 1 al 10 y que los viernes le da una hora de educación física y otra de taller de artes. Cuando toca que Fabricio explore, salen al patio a buscar plantas o insectos para que conozca de especies.
Los padres del niño recomendaron a Vanessa con sus familiares, y también le da clases a Haide, una niña de 4 años de edad.
La pequeña entrará a un preescolar particular, pero sus padres pensaron que sería bueno que aprendiera algunas cosas antes de comenzar con sus clases, dijo Vanessa.
Además, ya le solicitaron que eduque a dos niños más. La primera será una niña de segundo grado de primaria, a quien le ayudará a reforzar los temas que aprenda en televisión. La segunda es una pequeña de tercer grado de preescolar, pues su madre teme que entre a la primaria con rezago educativo y también quiere que aprenda a leer.
AUMENTA DEMANDA DE CLASES A DOMICILIO
Vanessa dijo que, debido a que las clases son a distancia, hay una mayor demanda de clases a domicilio, pero que no todas las familias acceden a pagarlo.
Es un servicio que está muy solicitado, pero por la situación económica se les hace un poco caro, igual porque antes no tenían la necesidad de hacer este este gasto extra”.
Explicó que ella cobra dependiendo el nivel educativo, ya sea preescolar o primaria que son a los que se dedica. Pero señaló que en promedio cobra 40 pesos la hora y si la contratan por semana su cuota es de 350 pesos por dos horas diarias de lunes a viernes.
En cuanto a las medidas sanitarias, dijo que en algunas casas cuentan con tapetes sanitizantes o aerosoles desinfectantes. En todos los casos usan gel antibacterial, cubrebocas y se lavan las manos constantemente. También mantiene su distancia con sus alumnos mientras imparte sus clases.
sjl