PACHUCA.- La pérdida de empleo para alrededor de 13 mil mujeres de Hidalgo durante la contingencia sanitaria fortaleció y visibilizó a las “nenis”, emprendedoras que han contribuido a la recuperación económica.
Así lo refirió la activista Ana Lara Vargas, durante la presentación de su estudio Impacto de la pandemia por covid-19 en las mujeres de Hidalgo.
La también integrante de la Colectiva Mujeres contra la Violencia explicó que a raíz de la contingencia hubo un retroceso en el mercado laboral, que al cuarto trimestre de 2020 afectó a 13 mil 53 desempleadas que laboraban en sectores como hospedaje, alimentos, bebidas o asistentes del hogar.
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Sin embargo, puntualizó que las mujeres buscaron la forma de conseguir recursos económicos para sostener a su familia y de esta manera se fortaleció el “efecto nenis”.
Esas mujeres que les llaman despectivamente ‘nenis’ son mujeres resilientes, que cuando se vieron sin empleo encontraron la forma de seguir generando ingresos para sostener a sus familias, las nenis son un ejemplo de resiliencia y de apoyo a la recuperación económica en Hidalgo”.
Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Lara Vargas mostró el impacto laboral a causa de la pandemia.
Explicó que en el último trimestre de 2019 había desempleo de 13 mil 678 mujeres en edades económicamente activas, cifra que cambió al primer trimestre de 2020, pues se registró una baja y el panorama quedó en 6 mil 640 desempleadas.
El primer trimestre de 2020 la íbamos librando, pero en marzo se declara la pandemia en Hidalgo, el confinamiento y empiezan todas las medidas de restricciones y resulta que ya para el tercer trimestre tenemos un aumento en la desocupación de mujeres”.
Es decir, para julio, agosto y septiembre de la anualidad pasada caracterizada por la covid-19 aumentó a 15 mil 962 mujeres hidalguenses sin trabajo.
Estadística que para el cierre del 2020 demostró un decremento al registrarse 13 mil 53 desempleadas.
Adicional a los impactos laborales, Lara Vargas señaló que para las mujeres existió aumento en la demanda de cuidados especialmente a las infancias y atención de enfermos.
Se presentó una inesperada demanda de cuidado infantil por el cierre de escuelas y guarderías y por la imposibilidad de recibir apoyo de madre adultas mayores”.
Las mujeres también se afrontaron a la imprevista responsabilidad de dirigir la educación de los menores desde los hogares, enfrentándose a carencia de dispositivos móviles para que los hijos accedieran a clases virtuales, expuso.
sjl