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Rutas sin conexión y hacinamiento, así es viajar en las periferias de Pachuca

Griselda, Monserrat y María viven a menos de 20 kilómetros de sus trabajos, pero pasan hasta tres horas del día en el transporte público

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Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– Viajar en transporte público desde las periferias de Pachuca es una batalla para Griselda, Monserrat y María, invierten alrededor de tres horas diarias en traslados y trasbordes de camiones para llegar al trabajo y regresar a casa.

De lunes a viernes, Griselda viaja de San Alfonso, Zempoala, a la colonia Tulipanes, ubicada en Mineral de la Reforma; Monserrat va de Tlapacoya al centro de Pachuca, ese es el mismo destino de María, pero ella sale desde Acayuca, localidad de Zapotlán.

Los trayectos de las tres son menores a 20 kilómetros, pero sus recorridos alcanzan hasta una hora y media de ida y vuelta por el tiempo que tardan en llegar a las paradas, la falta de conexión entre rutas y el transborde.

Además, se trasladan en vehículos con sillones rotos, hacinadas y por las noches tienen la incertidumbre de no alcanzar transporte porque las corridas disminuyen.

Interior de un camión de la ruta Acayuca-Pachuca. Foto: cortesía 

EL RETO: CONSEGUIR UN LUGAR EN EL TRANSPORTE

Los traslados de Griselda, Monserrat y María son distintos, pero las tres padecen la misma problemática: no hay rutas directas de su casa a empleo y viceversa, lo que a su vez dificulta sus viajes y horarios. 

La primera complicación es alcanzar un lugar en el camión como le ocurre a María, quien la mayoría de veces viaja trepada en los escalones de los camiones de la ruta Acayuca-Pachuca.

Camión de la ruta Acayuca-Pachuca, sobre bulevar Nuevo Hidalgo con rumbo a la Central de Autobuses. Foto: Lorena Rosas


“Yo por ejemplo que vivo casi a la salida, hay veces que ya no entro en el camión, ni yéndome en las escaleras, pero la gente tiene la necesidad de viajar para llegar a la escuela o el trabajo y se van incluso encima del tablero, al lado del espacio que traen los camiones junto al chofer”.

El sobrecupo ocurre principalmente a las 8 de la mañana, al mediodía y por las noches, María lo atribuye a que es la única ruta que sale desde esa localidad y llega a la Central de Autobuses. 

“El chofer trae a la gente atascada en los pasillos o junto a él y todavía los encima del tablero, ni lo dejan ver el retrovisor, ya el conductor se las tiene que ir ingeniando para hacernos caber en el camión”.

Este transporte pasa cada 15 minutos y María reconoce que en ese aspecto son puntuales, el problema es que la última corrida de Pachuca hacia la comunidad es a las 21:30 horas y en días festivos 20:30, en más de una ocasión no ha logrado llegar a tiempo. 

Trayecto y rutas aproximadas que realiza María para trasladarse en transporte público. Foto: Google Maps


Cuando eso ocurre, su alternativa es abordar un camión en la plaza Soriana del Valle con rumbo al municipio de Tizayuca, para después descender a la altura de su comunidad sobre la carretera México-Pachuca y en ese lugar, tomar un taxi colectivo hacia su casa. 

“Los taxis dejan de trabajar a las 10 de la noche, hay alguno que otro que se anima a trabajar más tarde, me ha tocado que a esas horas hay muchísima gente que llega de trabajar de México, los que de plano se desesperan se van caminando, pero los que nos quedamos, tenemos que estar peleando por el taxi porque en cuanto llega, corres y si alcanzaste a subirte, ya la hiciste”. 

CAMINAR PARA ABORDAR UNA COMBI 

Monserrat no trasborda como María para llegar al trabajo, pero si camina 15 minutos de su casa hasta la parada del transporte público y viceversa. 

Ella vive en la colonia Santiago Tlapacoya, a un kilómetro y medio del panteón municipal de Pachuca, pero por esa zona no pasan las combis.  

Su opción es caminar hacia el cementerio o a la plaza principal de su comunidad, donde salen dos rutas con dirección al centro histórico. 

Trayecto y rutas aproximadas que realiza Monserrat para trasladarse en transporte público. Foto: Google Maps


Una de las combis termina su trayecto en la calle Abasolo y la otra de la Miguel Hidalgo, pero las dos tardan aproximadamente de 45 y 50 minutos en el recorrido. 

La dificultad de Monserrat para trasladarse se agudiza en las noches, como en una ocasión que decidió no abordar en el centro de Pachuca y esperar alguna de las dos combis en Soriana del bulevar Minero, pero ninguna pasó y tuvo que viajar en taxi. 

“Lo que se complican son los horarios, la ruta anaranjada sí pasa más tarde, la última sale como 9:20 de la noche y llega a Tlapacoya como 10:30, pero se tarda más”. 

En algo que Monse coincide con María, es que los vehículos van llenos por las noches, cuando las personas terminan su jornada laboral. 

“En las noches las combis sí van súper llenas porque mucha gente sale de trabajar, pero durante el día van vacías. Hay conductores gruñones, pero hasta la fecha ninguno me ha faltado al respeto”, dijo. 

DOS COMBIS PARA LLEGAR AL TRABAJO

Griselda vive en Zempoala, su trabajo está en la colonia Tulipanes, Mineral de la Reforma; para llegar debe viajar en dos rutas que casi siempre van a exceso de velocidad o a su máxima capacidad.  

“Yo vivo en San Alfonso, que ya pertenece a Zempoala, hay una combi que atraviesa desde Villa de Tezontepec, otros pueblitos que honestamente no conozco su nombre, llega a Téllez y ya de ahí pasa por los fraccionamientos cercanos, entre uno de esos es el que vivo, que es San Alfonso”. 

Trayecto y rutas aproximadas que realiza Griselda para trasladarse en transporte público. Foto: Google Maps


Una vez que aborda esa ruta, desciende en el puente de la colonia Tuzos. En ese punto sube a una combi que la deja en la caseta de Tulipanes, cerca de su empleo. El recorrido total es menor a una hora, estima. 

Las rutas de traslado no son limitadas o de difícil acceso como en los casos de María o Monserrat, pero el problema al que se expone Griselda es que los conductores de ambas rutas conducen a exceso de velocidad. 


sjl