La madrugada del pasado 5 de septiembre ocho personas fueron asesinadas en la colonia Buenavista, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
La Policía de Tamaulipas y el Ejército aseguraron que se trató de un enfrentamiento con miembros del cártel del Noreste, particularmente de su brazo armado “La Tropa del Infierno”.
Sin embargo, el Comité de Derechos Humanos de Tamaulipas y familiares de los abatidos aseguran que los abatidos fueron, primero, “arrestados” por las Fuerzas del Orden y luego los asesinaron extrajudicialmente.
Actualmente el Gobierno de Tamaulipas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) investigan lo que realmente sucedió al amanecer de aquel jueves.
Pero, ¿Quiénes son los ocho presuntamente asesinados extrajudicialmente en Nuevo Laredo?
Severiano Treviño Hernández era el dueño de la casa donde ocurrió el supuesto enfrentamiento, ahí también vivía su hija Kassandra con su bebé de dos años de edad.
Kassandra asegura que su padre trabajaba en una empresa refresquera y que esa madrugada los uniformados ingresaron a su domicilio y se llevaron a Severiano, quien vestía un short y sandalias.
Luego, relata la hija de Treviño Hernández, los agentes vistieron de militar a su padre. Severiano apareció asesinado con el uniforme apócrifo. A ella, dice, le perdonaron la vida porque llevaba a su hijo en brazos.
Sin embargo, Severiano era apodado como “Nano” Treviño y se presume que su hermana, señalada como Cecilia, funge como “halcona” del cártel del Noreste.
Luis Fernando Hernández, de apenas 19 años de edad, es otro de lo que presuntamente fueron “levantados” de su domicilio en la colonia Buenavista.
Apodado como “El Wicho Bachas”, presumía en redes sociales armas de fuego y uniforme apócrifo con la leyenda del cártel del Noreste.
En sus “acontecimientos importantes”, Luis Fernando presume haber “iniciado estudios” en el cártel del Noreste en septiembre del 2016.
Incluso, sus familiares y amigos en redes sociales lo despidieron con una de las fotos donde se muestra armado y con uniforme militar.
“Pinche gobierno mierda, carnal, al rato les toca”, “Al chile que viva el cártel del Noreste”, son algunas de las frases que uno de los amigos de Luis Fernando escribió en las redes sociales tras el fallecimiento del joven de 19 años.
Juana Yetzel, de apenas 20 años de edad, era sexoservidora, tenía dos hijas y acababa de llegar a Nuevo Laredo proveniente de Frontera, Coahuila.
Finalmente, Jennifer, de 21 años de edad, de quien se sabe era estudiante del Estado de México y recién había llegado a Nuevo Laredo con su novio.
Por el momento, fueron suspendidos los elementos de la Policía Estatal que habrían participado en dicha ejecución extrajudicial.
rgg