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María estaba embarazada y fue torturada por policías; abortó +Video

Una mujer, con dos meses de embarazo, fue golpeada y detenida por policías; su delito, defender a su esposo, quien había salido a la tienda y lo arrestaron

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- El pasado 10 de junio, María Guadalupe Pech Solís fue torturada por mujeres policías del municipio de Progreso, en Yucatán. Las marcas de las lesiones no solo quedaron en moretones, tenía dos meses de gestación y los golpes provocaron que abortara.

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María cuenta a La Silla Rota que desde el primer instante que fue sometida por mujeres policía alertó de su embarazo, pero nada las detuvo. 

También fue víctima de vejaciones. “Les dije que tenía ganas de hacer pipi y ellas me subieron mi vestido, me bajaron la pantaleta delante del oficial hombre”.

Los hechos ocurrieron el pasado 10 de junio, cuando alrededor de las 03:00 de la madrugada fue detenida ilegalmente en la puerta de su casa. En los hechos también están involucrados policías varones.

Todo inició cuando María pidió a su esposo, Roni Gonzalo Torres Mena, ir a comprarle un jugo al Oxxo que está a unas cuadras de su casa. Como era de madrugada decidió que lo mejor sería ir en la camioneta.

En el trayecto se encontró con un amigo que le pidió aventón; notó en la calle que había movimiento de patrullas. No prestó atención. Al llegar al establecimiento se percató que no llevaba dinero por lo que regresó a su casa, pero ahora iba acompañado.

Tras unos minutos de espera, María se asomó a la calle, vio la camioneta estacionada pero a su espos no. Un policía estaba en la unidad. Se asustó y decidió salir, preguntó si habían chocado o algo estaba mal con su vehículo. 

Me respondió que no me podía decir nada, pero que se llevaría el vehículo. Pregunté si podría bajar mis recetas médicas porque no me las han surtido y el oficial dijo que sí

Ella confió en el oficial y cuando subió para tomar sus recetas de la guantera fue sometida por el cuello por una mujer policía.

Me agarran del cuello, me jalan, yo les grité que no me vayan a pegar, que estaba embarazada. Les dije ‘yo me bajo, pero no me peguen’, pero la comandante gritó ‘¡pégale, pégale

Ese fue solo el principio, María recibió puñetazos en el vientre, la soltaron cuando vieron que se doblaba de dolor. Luego la subieron a la cabina la unidad policiaca, en ese momento los golpes fueron patadas. 

María fue trasladada a la comandancia donde la sentaron a la fuerza en la calle. Hasta el día de hoy le duele moverse, resultó con lesiones en el coxis. “Vi al amigo de mi esposo y me dijo que los habían arrestado. Una de las oficiales me gritó que me callara y como mi cabello es largo me lo enredó en el cuello para ahorcarme. Él fue testigo”.

A María la querían hacer firmar un documento donde se declaraba responsable del delito de obstrucción a la justicia. No aceptó. Le tomaron fotografías y sus huellas, después de 20 minutos la subieron a otra camioneta doble cabina donde fue encapuchada. 

Antes de que arrancaran les dijeron ´encapúchala´ y la oficial respondió que no tenían capuchas. Me pusieron una toalla y una playera y la amarraron alrededor de mi cuello, me estaban ahorcando

Por el tiempo que estuvo en el vehículo hasta que se detuvo, María determinó  que la llevaron al corralón. Permaneció seis horas arriba del vehículo junto con tres oficiales, dos junto a ella, una más adelante y el conductor que era un hombre policía. 

La golpearon hasta que se desvaneció, solo la bajaron del auto para orinar. Además, recuerda que le quitaron la capucha porque vomitó adentro. Incluso, sospechó que se turnaban para agredirla, pues escuchaba las puertas y los pasos.

De regreso a la comandancia, de nueva cuenta la querían obligar a firmar dos documentos, uno donde desistía de su derecho a una defensa legal y otro  que decía hechos delictuosos. 

María firmó el primer documento, pues un oficial le advirtió que podría hacer una llamada si lo hacía. Ella aceptó y escribió la leyenda “firmo para mi derecho a llamada”. Fue una mentira, no le permitieron comunicarse con nadie.

De nueva cuenta la encerraron en una celda, no recuerda cuánto tiempo había transcurrido y vio a su esposo pasar sin camisa, sin zapatos y ensangrentado. A lado de ella estaba la otra persona que fue arrestada junto a Roni.

El muchacho de la celda de al lado era el amigo de mi esposo. Empezó a quejarse que no podía respirar y lo revisó el paramédico. Cuando pasó le dije ‘¡por favor revísame, tengo mucho dolor, estoy embarazada!’ Me ignoró

A las cinco de la tarde recibió la visita de su madre, a quien le informó que también Roni estaba en la comandancia. La policía había negado su arresto y su familia lo estaba buscando en Mérida. 

Eran las 10 de la noche cuando María fue liberada, su esposo no tuvo la misma suerte lo acusaron de homicidio y tuvo que permanecer 72 horas más, ya que fue hasta el día siguiente del arresto que informan al ministerio público de los hechos. 

El aborto y las ilegalidades

Al salir de los separos, María fue al médico, quien le programó unos estudios para revisar su estado de salud. No se los realizó, “no llegue porque al día siguiente tuve la pérdida (del bebé)”, lamentó.

Tendrá que esperar que pase el sangrado para que el ginecólogo le realice una endoscopia y puede verificar que no haya restos de placenta. “En dado caso que queden residuos tendrá que hacerme un raspado”.

El próximo lunes 22 de junio podría ser su cita y también le realizarán unas mediciones del útero para determinar el tiempo de gestación.

A esto se le suma la revictimización que ha sufrido por algunos medios de comunicación de Progreso y usuarios de redes sociales, quienes cuestionan su embarazo y salud mental.

Se meten con mi persona, me dicen que estoy loca. Soy epiléptica y estuve diagnosticada con depresión, pero es mi vida privada y estoy en tratamiento

Aunque toma tratamiento para la epilepsia, lo suspendió por el embarazo.

“Yo tomé acciones al respecto, pedí que me lleven a una clínica para que me observen y diagnostiquen, para que me pudieran dar la medicación. Tenía 15 días que lo había suspendido por el bebé”, explicó.

Cabe mencionar que el día que ocurrieron los arrestos de María y su esposo, se encontraban en su casa junto con su hijo de 11 años y aunque pidió a las policías que le permitieran avisar a un familiar para que no se quede solo el menor, le negaron ese derecho.

Fue una de sus vecinas que hizo guardia en la puerta de su casa por si salía el menor y otro más que fue a casa de su mamá y papá para esperar despertaran y avisarles de lo ocurrido.

El menor tiene miedo de la policía. El 14 de octubre de 2018, la familia fue “secuestrada” por la policía, los acusaron de robar a uno de los tíos del actual alcalde de Progreso, Julián Zacarías Curi.

Se comprobó con un video que mi esposo estaba en su trabajo, firmamos un acuerdo con el comandante Emilio Caamal y nos pagó 15 mil pesos en efectivo porque echaron a perder la caja de velocidades de nuestra camioneta

En esta ocasión, la información que la policía municipal entregó a la Fiscalía General del Estado (FGE) tampoco coincidió, la dirección es otra, la ropa no es la misma y detallan que se encontraba caminando con un cuchillo.

Esta serie de arrestos ocurren el mismo día que un policía fue asesinado, se trata de un agente que se encontraba de guardia y fue degollado.

María y su esposo Roni acudirán a interponer una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos de Yucatán (CODHEY) para después denunciar en la FGE a los oficiales por abuso de autoridad y tortura.