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Luchadores de Hidalgo al borde de la rendición por falta de apoyo

Las condiciones de los luchadores en Hidalgo son precarias; gana 200 pesos por función, no cuentan con seguro médico y ellos se hacen responsables de los gastos

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PACHUCA. - El Búfalo y El Áspid, al igual que otros luchadores en Hidalgo, han sido golpeados desde hace una década y media al carecer de certeza legal, económica y de una digna atención médica, tras la desintegración de la Comisión Nacional de Lucha y Box (CNLB) a la cual estaban afiliados.

Por ejemplo, hoy, si un luchador se lesiona en una función o sufre un accidente fuera de la arena (tal como le pasó hace un año a El Áspid, luchador hidalguense con más de 32 años de carrera), la atención médica, estudios, radiografías o medicamentos corren a cuenta de él.

(Fotos: José Antonio Alcaraz / LSR Hidalgo)

Sin embargo, con la solidaridad del gremio y los promotores, organizan colectas para auspiciar el tratamiento y recuperación del luchador. Por lo que, con la creación de la Comisión de Lucha Libre de Pachuca, se pudiera buscar convenios con hospitales, clínicas o hasta con el propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Otro problema que pone sobre las cuerdas a los más de 400 luchadores hidalguenses, es la falta de promoción e impulso de este deporte por parte de las autoridades estatales y municipales, situación que se agravó con la pandemia.

Cada evento al que asistimos es organizado a través de ‘la invitación abierta’ y se nos paga conforme la venta de taquilla del día. Es decir, nos dan un porcentaje: si te dan 200 pesos por lucha, es mucho”, señaló El Búfalo, un veterano luchador hidalguense con 45 años de carrera en el pancracio mexicano.

En entrevista con La Silla Rota Hidalgo, ambos luchadores compartieron vivencias, que son similares a las de sus otros compañeros; de igual forma, ven una esperanza en la expedición de un nuevo reglamento de Lucha Libre del Municipio de Pachuca, en la que se busca integrar esta comisión y devolverles esa certeza.

EL ÁSPID SUFRIÓ UN ACCIDENTE

Saúl Alejandro Ávila López, “El Áspid” y actual secretario de la Asociación de Luchadores del Estado de Hidalgo, tuvo la experiencia más fuerte de su vida no en los cuadriláteros, sino en su casa.

El pasado 18 de abril de 2021, la explosión y flamazo de un tanque de gas lo puso al borde de la muerte. Fueron 15 días en terapia intensiva, cuatro meses en cama y tres meses más de rehabilitación. Afortunadamente, hoy está de regreso al pancracio hidalguense para continuar con su pasión.

Desgraciadamente nosotros los luchadores somos un sector social-deportivo más desprotegido. En la lucha libre no contamos con seguro, solamente lo que el promotor y compañeros nos llegan a apoyar”.

El Áspid es un luchador profesional de 50 años de edad, de los cuales, 32 los ha dedicado al arte del pancracio mexicano. Nació en Iztapalapa, Ciudad de México, pero desde pequeño se vino a vivir con su familia a Pachuca. Actualmente, colabora en la Arena Afición.

LA SOLIDARIDAD

Ricardo Antonio Viornery Islas, administrador de La Arena Afición, así como luchadores de toda la república y del extranjero (Colombia) apoyaron a El Áspid para solventar los gastos de su recuperación.

Sufrí quemaduras de segundo y tercer grado en todo el cuerpo, mis lesiones estaban expuestas. Mis gastos diarios ascendían a entre mil 200 y mil 500 pesos diarios durante casi cinco meses… no tenía de donde, pero fue con la solidaridad de mis dos familias que salí adelante”, expresó.

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Él comenzó a entrenar desde los 12 años, aunque su debut fue tres años después en una feria en San Agustín Tlaxiaca; posteriormente, se presentó en otras arenas como la Azteca y el Deportivo 11 de Julio. Su gusto por este deporte inició de niño al ver luchar a las leyendas como El Santo, Huracán Ramírez, Blue Demon, Canek, El Villano y Dos Caras.

Dentro del pancracio, acumula varias lesiones: fracturas en ambas clavículas, en las costillas, tibia, peroné, tobillos, en las rodillas y múltiples lesiones en la cabeza.

Mi familia me dice que ya dejé de luchar, pero no puedo es mi pasión”.

De igual forma, El Búfalo comentó que la única forma de sacar adelante a algún luchador es con la solidaridad, Regularmente, se hacen colectas para ayudar a la persona que se lastimó o se enfermó.

Desde 50 pesos hasta lo que dé las posibilidades de cada uno de nosotros, pero así le hacemos para ayudarnos, pues no tenemos seguro ni médicos que nos atiendan ante alguna lesión”, agregó El Búfalo.

HACE 15 AÑOS AÚN CONTABAN CON SERVICIO MÉDICO

Aproximadamente, hace 15 años, había una mayor protección a los luchadores hidalguenses y del país, pues existía la Comisión Nacional de Lucha y Box (CNLB), a la cual estaban afiliados.

En ese gremio de luchadores y boxeadores de México, tenían un seguro de vida y de accidentes, además de un doctor de cabecera que los atendía ante cualquier malestar o enfermedad.

Yo pertenecía a la sección 3 de Pachuca, Hidalgo de la CNLB. Ahí pagábamos una cuota y teníamos un seguro de vida y de accidentes. También, teníamos un médico de cabecera y por cada encuentro, nos pagaban una cierta cantidad, no como ahora que es por porcentaje”, explicó El Búfalo.

AHORA NI SEGURO NI SALARIO FIJO

Actualmente, los luchadores en Hidalgo no cuentan con nada. Cada evento, es organizado a través de “la invitación abierta” a los luchadores y se les paga un porcentaje de la venta de taquilla del día.

“Es decir, dependemos de cuánta gente entra a la arena. Ahora a uno lo invitan a que vaya a luchar, ya no te dicen ‘si vas, te pago cierta cantidad’. Esto se debe a que ya no existe la Comisión Nacional de Lucha y Box, en su desaparición nos quedamos indefensos”, expresó.

Antes, recuerda, en cada función llegaba a ganar hasta un millón 200 mil pesos (previo a la devaluación de la moneda mexicana) que actualmente vienen siendo mil 200 pesos. Llegaba a luchar hasta tres veces por semana.

Con ese salario, más a parte las condiciones que teníamos, nos iba muy bien, pues era un buen sueldo. Ahora, si te dan 200 o 300 pesos por lucha es mucho, pues tu remuneración depende del porcentaje de gente que entra a la función”, agregó El Búfalo.

Actualmente sus dos hijas Lady Sabura y Mi Pequeña Oyuki, además de su hijo, Rey Pérez Jr o El Bisonte, siguen sus pasos como luchadores.

¿POR QUÉ DESAPARECIÓ LA COMISIÓN?

Esta agrupación que apoyó a miles de luchadores en el país, desapareció con la llegada de grandes empresas como el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) y La Triple A.

Nos dio en la madre a muchos luchadores, pues las empresas centralizaron el deporte y poco a poco varios luchadores fueron desapareciendo, por lo que la CNLB fue quedándose sin gente”.

Actualmente, El Búfalo lucha solo una vez a la semana, pues debido a que dejó de ser rentable la lucha libre, “le ha buscado en otros trabajos”. Actualmente, labora en el ayuntamiento de Mineral de la Reforma, como conductor de un camión en el departamento de Servicios Municipales.

LAS LESIONES

Este deporte es de choque. Por ello, las lesiones son parte del ‘pan de cada día’ y hay graves y no graves. El Búfalo ha tenido varias fracturas y golpes, de los cuales se ha recuperado.

“En mi primer campeonato estatal, en el deportivo Los Mineros, me quebré un tobillo, pues me aventé de la tercera cuerda para hacer una plancha a mi oponente, pero el compañero se quitó y caí en el piso y me fracturé”.

En otra lucha, en el deportivo 11 de julio, cayó mal “y se me chingó el otro tobillo”. También, en un encuentro en una arena del estado de Puebla, “se me jodió el hombro cuando el Pirata Morgan Jr se me recargó, ahí me lastimé un tendón… han sido varios golpes duros”, comentó.

Saúl Alejandro “El Áspid” indicó que, con la creación de la Comisión de Lucha Libre de Pachuca, una vez que salga, se buscarán convenios con hospitales, clínicas o hasta con el propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Abiertamente, voy a competir por el puesto de presidente de la Comisión de Lucha Libre de Pachuca una vez que se concrete. Y uno de los temas a tratar será generar esos convenios médicos para tratar de que los promotores nos tengan asegurados, para que nos atendamos de alguna lesión o que necesitemos una radiografía, operación y rehabilitación, para que así ya no tengamos que sacar de nuestra bolsa”, dijo El Áspid.

Después del futbol, la lucha libre es el deporte preferido de los mexicanos. Por ello, ambos luchadores hidalguenses piden a las autoridades del deporte en el estado ayuda para promocionar más estos espectáculos.

“La Arena Afición es la Catedral de la Lucha Libre en Hidalgo. Tiene 70 años cumplidos y, aquí la adrenalina se siente al subir a la arena, yo no doy el 100 ni el 200 por ciento, doy el mil por ciento por las personas que me ven”, indicó El Áspid.

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LA HISTORIA DEL BÚFALO: A LOS 14 AÑOS INICIÓ

A escondidas de sus padres, El Búfalo, un luchador oriundo de Oaxaca, inició su preparación como luchador amateur en el deportivo Los Mineros, ubicado la calle Belisario Domínguez, en Pachuca.

Entre levantamiento de pesas, planchas, quebradoras y llaves, poco a poco alcanzó la cima de los profesionales. Sin embargo, antes de eso, tuvo que pasar por una prueba: enfrentarse a su padre, un militar retirado que, ante todo hacia valer la disciplina a sus hijos a quienes reprendía “a cinturonazos”.

A los 12 años mi papá, Don Elfego Pérez Abeldaño, comenzó a entrenarme en el boxeo. Él fue militar y le gustaba mucho el box y nos lo heredó. Sin embargo, en una pelea que organizaron, a mí me quebraron el tabique de la nariz”, contó El Búfalo.

Debido al peligro de este deporte, le limitaron su práctica. Sin embargo, a escondidas, cuando tenía 14 años de edad, se escapaba los martes y miércoles para aprender a luchar en las arenas.

“Me daban mis cinturonazos porque llegaba tarde a la casa, pues, la disciplina de mi papá era que teníamos que estar en la casa a las 21:00 horas como máximo. Pero, los entrenamientos eran de las 18:00 a 20:30 de la noche… en lo que llegaba a mi casa (en el Barrio de El Lobo), me llegaba a demorar entre 10 y 15 minutos”, recordó el hombre quien hoy tiene 58 años de edad.

SU HERMANO LO DESCUBRIÓ

Su debut como luchador fue a los 15 años. Tras un par de luchas, fue uno de sus hermanos quien descubrió “su secreto”, y lo hizo de una forma inverosímil:

Resulta que cuando estaba luchando en una función, uno de mis oponentes me tira y caigo cerca de los espectadores. Mi hermano estaba ahí y se dio cuenta que era yo, pues reconoció los dedos de mis manos, pues los tengo chatos… me llamó por mi nombre, y yo volteé, le dije que no fuera de chismoso con mi padre, pues él me iba a golpear”.

Al enterarse, Don Elfego no lo golpeo ni se enojó. Por el contrario, fue comprensivo, aunque le dijo: “si me hubieras dicho que te iba a entrenar, no te habría dado tantos cinturonazos”.

De ahí, el luchador hidalguense retomó, sin contratiempos, su carrera luchistica, primero como “Diamante Chino”, después “Poder Chino”, más tarde como “Samurai” y, ahora como “El Búfalo”.

En sus 45 años de luchador, El Búfalo ha tenido encuentros en Puebla, Veracruz, Tabasco, Colima, Monterrey, Ciudad de México, Estado de México y en Brownsville, Texas, en Estados Unidos.

AYUNTAMIENTO TRABAJA NUEVO REGLAMENTO

El pasado 24 de marzo, regidores del ayuntamiento de Pachuca presentaron al cabildo un nuevo Reglamento de la Lucha Libre Profesional del Municipio para dar certeza y beneficios a todas las personas que practican este deporte.

Este reglamento crea la tan anhelada Comisión de Lucha Libre Municipal, la cual no sólo vigilará el respeto a este reglamento, sino que podrá emitir sanciones a luchadores y luchadoras, empresarios, promotores y réferis.

De acuerdo con regidores de la comisión de Niñez, Juventud y Deporte, son 98 artículos que contempla este reglamento, en el que se establecen obligación de los organizadores de tener cuerpos médicos en cada evento o lucha y expedición de licencias, para que puedan luchar en otros estados.

Esta Comisión de Lucha Libre del Municipio de Pachuca es un órgano colegiado, integrados por un presidente, secretario, tesorero, cuerpo médico (titular y auxiliar), tres vocales y tres comisionados.

Lo que se plantea en el bosquejo del proyecto es la elección de esta comisión que se dará a través de la postulación de planillas. Serán los propios luchadores registrados en un padrón que el ayuntamiento está levantando, los que decidan a través de un voto.

Ha sido complejo recabar toda esta información, pues, no hay nada previo a esto. Estamos pensando en hacer una estrategia para llamar la atención de aquellos luchadores que aún falten en integrar este padrón y que acudan a la Dirección de Desarrollo Político de Pachuca”, señalaron integrantes del cabildo capitalino.

La operatividad de dicho reglamento está siendo analizado en cuatro comisiones: de Niñez, Juventud y Deporte, de Reglamento y Espectáculos, de Gobernación y de Hacienda.

LUCHADORES DE OTROS MUNICIPIOS PODRÍAN SOLICITAR LICENCIA

Algo que se discute al interior de las comisiones edilicias es que los luchadores que no sean de Pachuca, puedan solicitar su licencia en este municipio, el cual tendría una vigencia anual.

Esta discusión la tenemos dentro de este borrador, pues queremos diseñar algo a la perfección que sirva a todos los luchadores que su actividad la desarrollen en el municipio de Pachuca”, indicaron.

Los regidores prevén que en junio próximo puedan someter a la discusión de las comisiones en referencia el proyecto para que una vez que sea aprobado en lo general y particular, se turne al cabildo capitalino para su discusión y en su caso aprobación.


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