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"La estamos pasando muy mal"; continúa cambiando artesanías por comida

Los habitantes de Pachuca pronto olvidaron a la artesana oaxaqueña varada en Hidalgo, quien continúa ofreciendo cambiar sus artesanías por despensa

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Hace tres semanas se hizo viral en redes sociales una fotografía en la que aparece Fabiola Ángel acompañada de un cartel ofreciendo cambiar sus artesanías por despensa. Solo unos días duró la solidaridad, incluso, algunas personas que le llamaban, al enterarse de que vive atrás de la penitenciaria, no volvieron a comunicarse.

Por las restricciones sanitarias derivadas del covid-19, en Pachuca se prohibió la instalación de comercios no esenciales, por lo que Fabiola ha guardado sus artesanías en un cuarto de un metro y medio cuadrado construido de block que su casera le prestó.

Hace cinco años, cuando Fabiola tenía 20 y su esposo 22 comenzaron a viajar a Pachuca desde su natal Huajuapan, Oaxaca, donde 53.3 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza y 8.9 en pobreza extrema, de acuerdo con el Coneval.

La pareja aprendió de sus padres y abuelos el trenzado con palma y yute, pero debido a que en su localidad la mayoría de los habitantes se dedica a esta actividad, hay sobre oferta y es menor la posibilidad de vender, por eso migra una vez al año para conseguir dinero.

Para llegar a Pachuca, los esposos y su hija de un año y 4 meses recorren 381 kilómetros, hacen paradas en Puebla, las cuales pueden prolongarse hasta un mes, en lo que venden sus productos y reúnen dinero para seguir su ruta.

Con la pequeña en brazos, Fabiola narra que es la primera vez que ella y su esposo no pueden vender a causa de una pandemia. Antes sorteaban otros obstáculos para tener ingresos, como servidores públicos municipales quienes les impedían vender sus productos en las avenidas y afuera de tiendas de autoservicio o departamentales, el cambiante clima de la bella airosa o el regateo de los compradores.

Ahora, lejos de casa, la familia afronta un encierro que no le permite generar ingresos para comprar comida, pañales y pagar la renta de una casa en el fraccionamiento Bugambilias, a espaldas del Cereso de Pachuca.

La estamos pasando muy difícil, la verdad porque tenemos que estar aquí. La gente no viene porque se le hace lejos acá”.

La madre de familia pidió a la ciudadanía que acudan a su casa y que compren sus artesanías para que pueda adquirir comida, material y seguir trabajando.

Sus productos van desde los 70 hasta los 400 pesos. Tiene pulseras, monederos, alebrijes, tortilleros, bolsas, mochilas, entre otros.

Invito a la gente a que puedan venir a comprarme mis artesanías”, pidió Fabiola.

 

sjl