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Justino y Maximina se salvaron de la inundación, necesitan una silla de ruedas

Los adultos mayores fueron rescatados de la inundación, pero perdieron la silla de ruedas que Maximina necesita para moverse

Escrito en HIDALGO el

IXMIQUILPAN.– Cuando la presión del agua del río Tula rompió el portón y entró al primer piso de su casa ubicada en Ixmiquilpan, Justino de 62 años de edad logró pedir ayuda para salir en compañía de su esposa Maximina, a quien sacó cargando porque la artritis no le permite caminar.

La pareja de adultos mayores llegó la noche de ayer al albergue instalado en el barrio de El Fitzhi, a unos ocho kilómetros de su hogar.

A diferencia de otros habitantes que pernotaron y salieron esta mañana del refugio para revisar sus viviendas o acudir con familiares, Justino y Maximina se quedaron porque no tienen conocidos con quienes ir.

Tampoco saben cuándo regresarán a su casa ni cómo conseguirán una nueva silla de ruedas, pues durante el traslado de la noche de ayer, se perdió la que usaba Maximina para poder moverse. 

“NO BAJABA EL AGUA”

Los adultos mayores fueron rescatados ayer en la colonia San Javier, donde habitan desde hace tres años, su vivienda está cerca de la clínica del IMSS que fue desalojada y cuyos pacientes fueron trasladados al Hospital Regional del Valle del Mezquital, debido a las inundaciones.

Desde el mediodía del martes, Justino Cruz González comenzó a levantar algunos muebles al segundo piso de su vivienda, sabía del desbordamiento del río, aunque no imaginó que el agua inundaría el primer nivel de su casa.

Es de dos pisos donde estamos, pero no pensé que fuera a crecer más el río, le dije a mi esposa: ´tenemos que salir´. Me dio miedo porque si no bajaba rápido el agua, qué íbamos comer después”.

Cuando el agua entró a su vivienda, subió cargando a su esposa Maximina Salustia Baxcajay -que padece de artritis y no tiene movilidad en las piernas- al segundo piso para intentar resguardarse. 

Pero cuando vio el nivel de inundación ya no logró salir como lo hicieron otros de sus vecinos, pues con su esposa en silla de ruedas fue imposible moverse hasta que llegaron elementos de la Guardia Nacional (GN) en un vehículo de carga.

De un momento a otro pasó un señor agarrándose de la pared y le dije que por favor a los guardias nos fueran a sacar porque el agua ya me llegaba por la cintura, llegaron y nos sacaron”.

Justino narró que en el camión que los rescató a él y a su esposa Maximina, lo abordaron también 10 personas más, entre ellos, dos adultos mayores e incluso, dos perros. 

Sin embargo, dijo que cerca de las 7 de la noche y casi al salir de la zona de riesgo, el vehículo se quedó atascado y aunque los elementos de la GN realizaron maniobras para intentar moverlo, no arrancó.  

SACARON A MAXIMINA EN UNA TINA

Cuando el carro no avanzó, las personas auxiliadas por las brigadas de rescate tuvieron que pasar por parte del agua desbordaba. 

Pero el caso de Maximina fue distinto, pues no puede caminar desde que hace 10 años se agravó su problema de artritis, que le quitó movilidad en piernas y partes del brazo.     

El camión se descompuso y mi esposa tenía mucho frío por el agua y la corriente (…) consiguieron una tina para sacarla a ella porque de otra manera no, porque el agua llevaba mucha corriente y no se podía sacar con la silla de ruedas”.

De acuerdo con Justino, las personas que fueron rescatadas como él se quedaron varadas hasta cerca de las nueve y media de la noche.

Se oscureció, no había luz, no sabíamos ni cómo iban a sacar a mi esposa por lo mismo del agua. Los de la Guardia dijeron: hay que sacar a la señora de aquí sino más tarde va a crecer más el agua y no vamos a poder caminar”.

Los adultos mayores refirieron que hace tres años llegaron desde Puebla a Ixmiquilpan por su clima cálido, porque la temperatura es la óptima para evitar molestias en los huesos de Maximina.

Por ello en la zona no tienen familiares, los más cercanos están en el municipio colindante de El Cardonal, mientras que sus dos hijas habitan con su respectiva familia en la Ciudad de México. 

SIN SILLA DE RUEDAS, PERO RESGUARDADOS

Justino y Maximina llegaron ayer al refugio de El Fitzhi donde les proporcionaron colchonetas, atención médica y comida, al igual que a 13 personas más que ingresaron a este lugar la noche de ayer.

Fotografías de Lorena Rosas

Sin embargo, los dos adultos mayores indicaron que su principal preocupación es la silla de ruedas que perdieron durante los traslados, pues es la única que tenían.

Incluso, refirieron que el año pasado invirtieron en ella 700 pesos para cambiarle las llantas, debido a que carecían de recursos para conseguir una nueva.

Las personas que estén interesadas en ayudar pueden comunicarse con Justino al número 5547619581 .


sjl