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Incertidumbre de la población aumenta al mismo tiempo que el nivel del río Tula

Los vecinos y damnificados por la inundación de Tula exigen a las autoridades detalles de las obras que realizan desde inicios de enero

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Escrito en HIDALGO el

TULA.- “Nosotros nos inundamos por la compuerta de la calle y por los drenajes de las casas”, señala Blanca, vecina de la calle Tres Culturas, quien es una de las personas preocupadas por el aumento en el nivel del río Tula y la falta de información sobre el avance de las obras en el afluente por parte de la Comisión Nacional de Agua (Conagua).

“El agua se regresaba de los drenajes, ya que el nivel subió demasiado, nuestros baños se convirtieron en una fuente, el agua que salió del puente 5 de Mayo es cuando subió más, a nosotros nos subió 3.40 metros”, explica sobre la inundación del 6 de septiembre.

A partir de la inundación, vecinos conformaron la Gran Asamblea de Damnificados, órgano que busca que los gobiernos federal, estatal y municipal contemplen las inquietudes de los habitantes y damnificados de Tula debido a que las obras ya comenzaron, pero desconocen los detalles del plan y proyectos que se efectúan en sus comunidades.

Berenice Pecina Jiménez, titular del organismo, señaló que no se oponen a la limpieza y ni ampliación o retiro de los puentes, pero sí al revestimiento del río Tula.

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Hasta ahora, la respuesta de Heber Saucedo Rojas, director de la Conagua en Hidalgo, es que no están facultados para contemplarlas porque “el proyecto” proviene de la Ciudad de México y sólo son un órgano ejecutor.

“Los drenajes de Tula están a niveles abajo, entonces, si se encementa el río, ahora la gente ya no se va a inundar por el desbordamiento, sino por sus drenajes”.

Asimismo, la presidenta refirió que el tema de la reubicación de viviendas –presuntamente son 3 mil 500 hogares en riesgo– no está claro, ya que el tema forma parte de una negociación.

“Ellos habían venido a ver a las casas afectadas de Leandro Valle y les dijeron que tenían que demoler, incluso, hasta donde les diera el terreno federal. Ese día les preguntamos sobre el desalojo y dijeron que lo estaban analizando para no generar un conflicto social.

“Entonces preguntamos qué determinaban, y dijeron que lo iban a checar, si dejan que se haga el revestimiento, pues no habría desalojo, dijeron”, señaló.

“Además, dejaron en claro que si nos metíamos a detener alguna maquinaria iban a interponer una denuncia penal como la que ya tienen contra algunas personas de Tula, quienes supuestamente dañaron el bordo”.

OBRAS POR DOS EMPRESAS

El 8 de marzo, la Conagua emitió la convocatoria para dos intervenciones para la rectificación y revestimiento del río. El subtramo 1 corresponde a la modificación de los puentes Zaragoza, Melchor Ocampo y Metlac en mil 940 metros, costará 174.2 millones de pesos y estará a cargo de la firma Irol Corportativo.

En tanto, el subtramo 2, que corresponde a aguas abajo del puente Zaragoza y con mil 840 metros de longitud, es responsabilidad de la firma Conaisa SA de CV.

Ambas firmas empezaron las obras en abril y finalizarán en diciembre de este año.

¿Y EL PROYECTO?, EN ELABORACIÓN, DICE CONAGUA

La Silla Rota Hidalgo solicitó conocer la versión pública del proyecto que la Conagua implementará en la zona, pero este no está disponible, según la respuesta vía Transparencia, con folio 330009422000424.

“La información materia de la presente solicitud no obra en los archivos de esta Gerencia de Aguas Superficiales e Ingeniería de Ríos, en virtud de que el proyecto se encuentra en proceso de desarrollo y de revisión”, menciona.

La petición principal de los ciudadanos es que las intervenciones al afluente garanticen que la ciudad no vuelva a inundarse como ocurrió el año pasado,

El 15 de febrero, Germán Martínez Santoyo, gerente de Conagua, acompañado del alcalde Manuel Hernández y legisladores, presentó un primer plan emergente de mitigación para prevenir anegamientos antes de la temporada de lluvias.

La primera etapa del plan contempla 5.60 kilómetros –km 20+600 al 26+650– y estaría a cargo de la Secretaría de Marina (Semar), así como el retiro de árboles en el cauce, desazolve y depósito de material en la parte posterior en los bordos en 5 mil 600 metros.

La segunda etapa será responsabilidad nuevamente de Semar, pero con ayuda de la Conagua, en una longitud de 3.9 kilómetros del kilómetro 16+750 al 20+650.

Contempla el acarreo y sobreacarreo de material producto de la excavación; modernización de las secciones hidráulicas de los puentes Metlac, Melchor Ocampo y Zaragoza; retiro del puente Tres Culturas “viejo”; rectificación de 100 metros aguas arriba y aguas debajo de los primeros tres puentes citados y conformación bordos en el margen izquierdo, en mil 60 metros.

Con ello, se podrá recibir una descarga de agua de 600 metros cúbicos por segundo, cifra similar a la registrada durante el siniestro.

Sin embargo, el proyecto final para evitar afectaciones y que contemple el saneamiento del río, de acuerdo con las organizaciones, no ha sido presentado ante la sociedad civil, que también emitió aportaciones, luego de que el volumen creció debido a las descargas de los túneles oriente y central, de la Ciudad de México.

PROPUESTAS ALTERNATIVAS

El arquitecto Andrés Noé Paz señaló que en Dengui, 16 de Enero y Cruz Azul, las inundaciones ocurrieron a través del dren sanitario, no por desbordamiento del río Tula. El planteamiento de Conagua, dice, es un drenaje “a cielo abierto”.

“La propuesta de Conagua no resuelve las inundaciones, no queremos más inundaciones, queremos sanear el río entre la presa Requena y la presa Endhó, que no les falte el agua a los cultivos, nosotros no queremos llevarnos el agua, sólo queremos que el agua negra no pase en la zona urbana”.

“Los mantienen secos supuestamente para que en época de lluvia los llenes, sin embargo, están totalmente azolvados”.

Señaló que la primera opción es garantizar el desazolve de las presas, así como los denominados vasos reguladores, como la laguna de Zumpango, los Fresnos; además, consideró positivo que se retirará infraestructura de lo que sería el aeropuerto de Texcoco y se liberará parte del lago Nabor Carrillo.

La segunda alternativa es crear un gran canal desde donde desembocan los túneles emisores, desviando el caudal del Río de los Remedios, sin que este pase por la zona urbana, sino que llegue directamente a la presas Endhó.

“Si logramos que esa agua se fuera por ese lugar. En el río lugar tendríamos solo las aguas de la presa Requena y el río Rosas. No serían afectadas las zonas de cultivos, solo el canal que se encuentra detrás de la presidencia, pero no tendría agua negra, sino de la presa”. 

Sin revelar montos, reconoció que es costoso, pero permitiría que en 22 kilómetros no haya contacto con el agua residual, que además viola los tratados internacionales para garantizar el saneamiento del recurso hídrico.

 

Fotografía Gran Asamblea de Damnificados Tula


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