Main logo

Ilumina las calles del centro de Pachuca "dragoneando"

Se gana la vida con su espectáculo de faquir, pero también hace figuras de filigrana, anillos o pulseras

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Un sorbo de diésel y la estopa mojada son las herramientas de trabajo del joven que se dedica a “dragonear” en el crucero de Gómez Pérez y avenida Juárez, donde obtiene un sustento y más importante, el asombro de peatones y conductores.

La noche ofrece el ambiente perfecto para dibujar figuras, agita la vara, calcula la dirección del viento y dirige la cabeza hacia donde no le dé de frente para no incendiarse, prepara el chorro sobre la punta del bastón y arroja de su boca el combustible que se transforma en fuego.

Dos, tres, cuatro soplidos hasta agotar el líquido. Tose unas cuantas veces, escupe los residuos y hace una reverencia a su público, los automovilistas que aguardan al cambio de semáforo.

“Ay, hijo de la chingada, sí sabe feo, muchas gracias, que tengan buena noche”, dice, antes de caminar por entre los autos, mientras algunos conductores retribuyen su asombro con unos pesos.

Me late por eso, el aspecto de ver a los niños cómo les late. Apenas fuimos a las pirámides de Teotihuacán, estaba cerrado por la pandemia. Nos pusimos a chambear, a la gente le gustó lo que estaba yo haciendo”.

Relató que en una ocasión una muchacha lo acusó con policías de haberle escupido, pero al final reconoció que había sido otra persona. Por ello, pidió que no se le falte al respeto o se le juzgue sólo por su aspecto.

Lee también en LSR Hidalgo: El Bordo: atraer turismo y conservar recuerdo de mineros fallecidos

Como ahorita que pasó el señor y dijo que pinche monstruo. ¿A cuántas personas no crees que yo he escuchado que dicen lo mismo, carnal? O que me ven así y dicen: ahí va el pinche mugroso. A veces agarro mis audífonos y finjo para escuchar lo que la gente me quiere decir”.

UNA ROSA CON UNA LATA

El joven de 26 años asegura que no se gana la vida sólo con el espectáculo de faquir. También realiza figuras de filigrana, anillos, pulseras; incluso, presume, de una lata puede confeccionar una rosa para sus clientes.

Yo hacía flores de papel, un cuate me empezó a jalar, me dijo: podemos hacer esto y puedes conocer lugares. Me enseñó a treparme a los camiones, a pedir rai, a cambiar la artesanía por rai, a vender paletas en los camiones, de una u otra forma sacar”.

A veces ambos se quedaban en la calle y para conseguir dinero se aventaban unos dragonazos, unos cinco.

De ahí empecé a ver, una vez empezamos a malabarear con fuego. Una vez me contrataron para un evento de XV años. Ya fuimos".

Según el entrevistado, todas las personas tienen una vocación y la suya, hacer este espectáculo, es tan válida como cualquier profesión.


Fotografías de Oliver García

sjl