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Hasta 24 horas por semana pasan habitantes de periferia de Pachuca en transporte

Los pobladores que viven en las periferias de Pachuca tardan hasta 120 minutos para trasladarse al centro

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Las personas que viven en las periferias tardan en promedio 120 minutos en trasladarse de sus hogares a la zona centro de Pachuca. Esto significa que, a la semana, pasan 24 horas en el transporte público. Cansancio y fastidio son parte de su día a día; mientras que el transporte sigue con carencias en sus unidades y servicio.

Seis días a la semana Edgar Pérez se levanta poco después de las 5 de la mañana para trasladarse a su trabajo en la colonia Morelos. Para llegar a este lugar, debe caminar unos 20 minutos hasta la troncal del Tuzobús, que en promedio hace unos 40 minutos de la estación Gabriel Mancera, que es la más cercana a donde vive, a Prepa 1, de ahí son otros 20 minutos caminando.

Él es una de las muchas personas que viven en las periferias de la capital hidalguense y que a diario se sufren las deficiencias del transporte público. Mucho tiempo de espera, transbordos complicados o largas caminatas enfrenta diario para llegar a su destino.

En promedio, los usuarios tardan una hora y 20 minutos para llegar a su destino, el recorrido puede repetirse varias veces a la semana, dependiendo de sus actividades. Por un trayecto de 240 minutos por ida y vuelta, en seis días a la semana, son mil 440 minutos en viaje, es decir 24 horas si se juntan todos esos tiempos.

Edgar Pérez es trabajador en una distribuidora de piezas y aditamentos para automóvil, su horario de trabajo es de 8:00 a 19:00 horas, tiene dos horas de comida, pero no le da tiempo ir a su casa y regresar al trabajo.

Yo no como en casa, como algo por acá, porque no me da tiempo de ir en una hora y regresar en una hora; y un taxi, hasta donde vivo cobra 80 pesos, así se va mi sueldo. Como acá con 50 o 70 pesos, lo que sea es más barato que usar el transporte”.

Los sábados tiene un horario de 9:00 a 14:00 horas. Aunque su ruta es larga, considera que no es tan complicada como la de personas que viven del lado de El Huixmí, Campestre Villas del Álamo y los fraccionamientos de la salida a Tulancingo, ya que las unidades son de mayor antigüedad y los tiempos de ese lado de la ciudad son más largos.

A esta perspectiva se unió, María Escamilla, que vive en Haciendas de Hidalgo, en el sur de Pachuca. Ella trabaja en el Estado de México en áreas de psicología y atención a la salud. Explicó que para ir al centro histórico sus alternativas son el Tuzobús, que hace por lo menos una hora, y debe caminar una gran distancia, ya sea para tomar la alimentadora o llegar hasta la ruta troncal.

Aunque trabaja en el Estado de México, su vida la lleva en Pachuca, explicó que la inseguridad es uno de sus más grandes temores al usar el transporte público, ya que en ocasiones sale de madrugada. Cruzar los puentes y caminar entre las calles le genera miedo.

“En los puentes del Tuzobús, a esa hora que a veces salía para mi trabajo, te pueden hacer lo que sea y nadie se da cuenta, algunos ya ni siquiera tienen luz”.

Cuando su trabajo era en modalidad presencial, llegar al Estado de México le llevaba aproximadamente una hora, el mismo tiempo de traslado al centro de Pachuca.

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Eso si es entre semana, porque el fin de semana el Tuzo es más lento, tengo que caminar mucho, pero son nueve pesos”.

Su segunda opción para llegar al centro es tomar dos combis, el trayecto significa unos 50 minutos de su tiempo, y es el doble de pasaje: 18 pesos. En caso de tomar taxi, la tarifa mínima es de 70 pesos.

Explicó que por eso casi no va al centro, es más fácil para ella llegar a la Ciudad de México, en caso de querer dar un paseo.

Yo de verdad evito ir, es demasiado tiempo, serían como unas tres horas ida y vuelta en transporte público y tampoco es que sea cómodo o grato, luego sus unidades ya son una lata de atún de ruedas, de lo mal que están. Tal vez esto también esté produciendo el sedentarismo en las personas, así ya no dan ganas de salir a hacer nada”.

La Silla Rota realizó un recorrido para constatar las condiciones del transporte público, el primero fue de Santa María la Calera-Centro, el tiempo de espera de la combi y el trayecto suman una hora y media. Luego Villas del Álamo-Centro, que tiene una duración de 50 minutos a una hora, desde la espera del transporte.

En otros casos como el de los habitantes de Santa Gertrudis, cerca de El Huixmí, las personas tardan de una hora y media y hasta dos horas en Tuzobús o en transporte convencional.

Más allá del tiempo y el costo de nueve pesos por viaje, están las condiciones de las unidades. Este medio constató que los sillones están rotos y desgastados, tienen cinta de aislar para que no se caigan los vidrios, pisos sucios y vehículos en mal estado, además de los largos tiempo de espera por cada ruta.

El sociólogo Manuel Castells, en su libro La Ciudad de la Nueva Economía, en el apartado del Papel de las Ciudades, detalló que para que las naciones puedan crecer, hace falta que la población sea creativa y proponga soluciones de conocimiento y tecnología que puedan ser rentables para venderse o investigarse, como China que explota el avance tecnológico de celulares. En su libro especifica:

Un segundo elemento se refiere a que los servicios públicos funcionen, Michel Cohen señala que por mucho internet y tecnología que se desarrolle, (…) si luego los transportes no funcionan o hay inundaciones, nada podrá resolver problemas. Por consiguiente, la calidad de los servicios públicos es absolutamente decisiva para que todo lo demás funcione”.

En su libro además redactó que los ciudadanos no podrán explotar su potencial en escuelas y trabajos si pasan más tiempo preocupados por las deficiencias de los servicios, como en el transporte público.

Los entrevistados coincidieron en señalar que pasar una gran cantidad de tiempo ya no les permite hacer algo más de sus actividades porque es más el cansancio que sienten al llegar a casa.


Fotografías de Sonia Rueda

sjl