PACHUCA. – Luego de laborar por tres décadas en la corporación de seguridad estatal, Francisco Ortiz Santos recibe 4 mil pesos mensuales de pensión, y a sus 75 años de edad ya no puede trabajar para conseguir recursos extra.
En aquellos tiempos trabajábamos casi diario. Teníamos que estar en las academias, cursos, salíamos tarde y al otro día normal. Como comandante de grupo me mandaban a patrullar a los municipios y no podíamos regresar a ver a la familia a veces en 15 días”.
Recuerda que durante el gobierno de Guillermo Rosell de la Lama (1981-1987) fue uno de los oficiales que intervino en una trifulca con los aficionados de futbol, que pretendían hacer destrozos y desmanes en las inmediaciones del estadio.
“Se armó un problema porque no estaban de acuerdo con el equipo que había ganado y quemaron varios vehículos. En Ixmiquilpan tuvimos que sacar unos camiones que estaban secuestrados en la madrugada, cuando reaccionó la gente, ya nos los habíamos llevado”.
Este último ocurrió en el mandato de Adolfo Lugo Verduzgo (1987-1993) y recuerda que en esos años los policías no contaban con cama, cobijas ni patrullas, sino que debían andar a pie en terracería, pues no había carreteras.
Yo me jubilé en 2012 porque mi esposa se enfermó y tuve que cuidarla. Me dieron el retiro, no la libré, pero ya ni modo, ahora estoy solo. No esperábamos que fuera tan poca la pensión porque nos estaban haciendo exámenes de control de confianza y siempre salí bien. De ahí para acá no tengo chamba, por mi edad no me dan trabajo. Con ese sueldito tengo que ir aguantando”.
El expolicía presentó su caso a las autoridades de Seguridad Pública y Gobernación para obtener un apoyo que le permita mejorar su calidad de vida.
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