PACHUCA.- Pese a que el pasado 19 de noviembre el Senado aprobó la creación de la Ley para la regulación del cannabis, la cual pasó a la Cámara de Diputados para su aprobación, Edgar, consumidor del psicotrópico, señala que continuarán las extorsiones y la criminalización por parte de la corporaciones de seguridad de Hidalgo.
El joven, de quien fue modificado el nombre, narra sus encuentros con la policía de Hidalgo por portar cannabis. Una vez fue exhibido en un medio local, por lo cual perdió su empleo y las otras veces, las detenciones terminaron en extorsión.
Recuerda que una mañana, en el 2012 salió de su casa para ir trabajar. Iba acompañado de un amigo, a quien le regaló no más de 12 gramos de cannabis, calcula.
Cuando esperaban la combi, cerca de la primaria de la colonia Plutarco, en Pachuca, los detuvieron unos policías estatales y les hicieron una revisión “de rutina”.
A Edgar le encontraron una pipa de metal a la que no le cabían más de 2 gramos, asegura, y a su acompañante 12 gramos que le había regalado. Los llevaron a los separos de la Policía Estatal y ahí les “sembraron” más marihuana.
Ahí fue donde me sembraron mota, me hicieron tomarme una foto con objetos que no eran míos y hasta salí en el (periódico) El Sol de Hidalgo. Yo solo traía una pipa de metal que le cabe como 1 gramo y me sembraron una hoja de periódico con más mota”.
Después de eso fueron puestos a disposición de las autoridades federales. Los llevaron por separado y los golpearon durante el camino. Cuando llegaron a las instalaciones de la ahora Fiscalía General de la República (FGR), los policías estatales dijeron que los habían detenido en sitios distintos y fumando.
“Me trataron bien culero, como delincuente”, señaló Edgar, quien es consumidor de marihuana desde hace más de 10 años.
Una vez puestos a disposición de las autoridades federales fueron interrogados. Edgar y su amigo negaron la versión de los policías estatales, pero era su palabra contra la de ellos.
Nos preguntaron que quién era el ‘bueno’, que quién nos la vendía y le dije (al agente que lo interrogó) que solo era una pipa. Entonces me sacó una bolsa con dos tipos de motas diferentes, una más oscura y una más clara. Le dije que eso era la prueba de que me la estaban sembrando".
“Me dijo: ´va mete demanda, solo date cuenta que tú eres un marihuano y esos gueyes son policías, ¿a quién crees le van a creer´?”, narró.
Finalmente, cada uno tuvo que pagar 5 mil pesos para que los dejaran libres, pero cree que ese dinero se lo quedaron los policías debido a que no les dieron a firmar ningún papel tras su liberación. Además, a Edgar lo despidieron se su trabajo debido a que su detención salió en el periódico antes mencionado.
En las demás ocasiones en que lo han detenido lo han dejado ir porque al oficial que lo detuvo “le dio hueva” ponerlo a disposición de un Ministerio Público, otra solo traía una semilla, otra le pidieron dinero y en una más, en la cual también iba acompañado, le quitaron la marihuana que portaba –10 gramos aproximadamente, calcula—, le pegaron y le robaron su celular.
Nos dijeron échense a correr antes de que les demos en su madre y los volvamos a atorar”.
MENOS DE 2 GRAMOS
A pesar de aquella vez que Edgar tuvo que pagar 5 mil pesos para que la FGR determinara el no ejercicio de la acción penal en su contra hace 8 años, la criminalización y extorsión a los usuarios de cannabis continua.
Hace un par de semanas, José –también nombre ficticio de otro consumir entrevistado—recuerda que se dirigía a la Ciudad de México con tres personas más. Viajaban en un vehículo y fueron detenidos por policías estatales en la salida de Pachuca. El motivo: la placa de circulación del automóvil estaba mal acomodada. Entonces los vieron “sospechosos” y les pidieron que bajaran del carro para una “revisión de rutina”.
Tras realizar una inspección completa del vehículo y no localizar nada ilegal, al conductor le encontraron “restos” de cannabis en su cartera, que calculan no eran más de 2 gramos, y les dijeron que con eso era suficiente para detenerlos.
Solo arrestaron a quien portaba la marihuana y a los demás les pidieron que los siguieran en el vehículo. Pensaron que llegarían al C5i, que se encuentra en la carretera México-Pachuca, pero no fue así. Entonces desconfiaron de los policías. José le marcó a su papá, quien antes había trabajado de elemento de seguridad, y le dijo que no los siguieran y que mejor fueron a su casa a guardar el vehículo y después a recoger a su amigo a las instalaciones de la Policía Estatal.
Los oficiales al darse cuenta que ya no los seguían, hicieron que la persona detenida les marcara por teléfono y les dijera que ya lo habían dejado, y que fueran a recogerlo. Sin embargo, José no le creyó y le pidió que tomara un taxi. La llamada se cortó y finalmente, tras golpearlo, lo dejaron en libertad.
Nos querían extorsionar. Yo creo que nos querían llevar por otra carretera y quitarnos nuestro dinero o algo así”.
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LA REGULACIÓN
Edgar considera que a pesar de la creación de la Ley para la regulación del cannabis continuará la criminalización por portar marihuana.
Solamente aumentaron la portación. Sin embargo, a los policías no creo que les importe, como no les importó cuando me agarraron con muy poco gramaje y ellos me sembraron para poder cumplir con la cuota. Por lo tanto, no estoy muy de acuerdo, no se ha dejado de criminalizar”.
Actualmente la Ley General de Salud establece la portación máxima de 5 gramos de marihuana. Mientras que la nueva ley de regulación del cannabis, aprobada por el Senado y que aún debe ser analizada y discutida por la Cámara de Diputados federal, amplia el límite de portación legal hasta 28. Sin embargo, el transitar con más de esa cantidad y menos de 200 gramos será multado con hasta 10 mil 425 pesos.
sjl