PACHUCA.- “Exceso de contaminación”, con esta leyenda en el marco del Día de la Tierra, Greenpeace México voló un globo aerostático frente a la central termoeléctrica de Tula en Hidalgo y acusó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por los daños.
“Esta es una central termoeléctrica que utiliza combustóleo, lo que produce emisiones muy grandes de dióxido de azufre, de carbono negro y de material particulado PM2.5, que tienen implicaciones muy graves para la salud humana y para el medioambiente”, dijo a la agencia EFE el especialista en energía y cambio climático de Greenpeace, Pablo Ramírez.
La Termoeléctrica de Tula viola permisos de operación al realizar actividades no permitidas en las autorizaciones correspondientes y al generar grandes cantidades de contaminación atmosférica.
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La central de Tula “Francisco Pérez Ríos” quema combustóleo con contenido de 3.9 por ciento de azufre en masa, rebasando el límite establecido por ley, que es de 2 por ciento, generando en torno a 16 mil muertes prematuras cada año.
(Foto: @greenpeacemx)
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Exceso de contaminación: así es como se ve el uso de combustóleo para generar electricidad.
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El especialista señaló que en el país existen muchas otras instalaciones que perjudican a la salud, que se está viendo rezagado internacionalmente en la transición energética debido al rumbo que está tomando el gobierno federal en esta materia.
Lo que ha ocurrido con la política energética en materia eléctrica es que se ha supeditado a la refinación. El combustóleo es un combustible residual en el proceso de refinamiento. Actualmente tenemos muchísimo, un excedente que no se usa prácticamente en ningún lugar del mundo por su alto contenido en azufre“, matizó.
(Foto: @greenpeacemx)
Cerca de 115 mil personas que viven en Tula conviven diariamente con la contaminación, no solo de la termoeléctrica, sino también de una refinería de petróleo, cementeras y aguas negras que recibe de la Ciudad de México.
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Asimismo, la central se encuentra en el norte de la megalópolis del Valle de México, con lo que afecta directamente a una enorme cantidad de población, según denuncian activistas.
La Termoeléctrica de Tula es un ejemplo de los daños que ocasionan los combustibles fósiles.
Opera con un combustóleo que supera casi en 100% el límite máximo permitido de dióxido de azufre, lo cual provoca serios daños a la salud.
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Con información de EFE
jgp