En Hidalgo solamente 3 de cada 10 personas internas en Centros de Reinsersión Social (Ceresos), cárceles distritales y centros para adolescentes, cursan algún nivel educativo, aún cuando la Ley Nacional de Ejecución Penal dictamina el derecho a la educación de las personas privadas de su libertad.
El Diagnóstico Penitenciario que publicó la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), muestra que hasta el primer semestre de 2018 habían 3 mil 969 reclusos distribuidos en los 16 Centros Penitenciarios de la entidad.
Sin embargo, sólo mil 430 de los presos cursaban algún nivel educativo; es decir, apenas 36 por ciento de la población interna en Hidalgo.
Del total de reos que hasta el primer semestre de 2018 estudiaban en Ceresos o cárceles distritales, 81 se encontraban en etapa de alfabetización, 162 en primaria, 266 en secundaria, 904 en preparatoria, 13 en nivel profesional y los cuatro restantes en línea.
El artículo 83 de la Ley Nacional de Ejecución Penal garantiza el derecho a la educación a las personas privadas de su libertad, con el objetivo de "alcanzar mejores niveles de conocimiento para su desarrollo personal".
ESTADÍSTICAS DE PRESOS QUE ESTUDIAN, POR MUNICIPIOS
Las cárceles distritales de Zacualtipán y Tizayuca registraron el menor número de presos estudiantes, con tres y cinco casos, respectivamente.
Mientras que el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tenango de Doria reportó que apenas 23 personas privadas de su libertad cursaban algún nivel de educación básica.
jgp