MICHOACÁN.- Sin temor a generar un contagio masivo de covid-19, las comunidades de Tzurumútaro, municipio de Pátzcuaro y Tzintzuntzan, permitieron que se abarrotaran los panteones de esas localidades ubicadas en la región Lacustre de Michoacán.
En los dos panteones de Tzintzuntzan, desde el pasado 31 de octubre, los habitantes se aglomeraron para iniciar con el adorno de tumbas, sin medidas sanitarias en el cementerio.
A pesar de que el alcalde Irepani Hernández Gama, había anunciado que el acceso a los panteones iba a ser controlado, limitado y con medidas sanitarias, no fue así.
Contrario a lo que el presiente municipal había dispuesto para estas fechas de Día de Muertos, en las calles hubo venta de bebidas alcohólicas, puestos ambulantes y bailes con mariachis, música de banda y hasta caravanas de vehículos.
Las concentraciones masivas de gente en las calles y dentro de los panteones, solo eran contempladas por los elementos de seguridad municipal y de tránsito.
Los oficiales se convirtieron en espectadores –sin cubrebocas- de las imparables multitudes que conforme pasaban las horas crecían cada vez más.
En los accesos a ambos camposantos, no hubo personal de salud que proporcionara gel antibacterial, que revisara el uso de cubrebocas, tomara la tempera e impidiera aglomeraciones.
Elementos de Protección Civil llegaron cerca de las 5 de la tarde a colocar gel antibacterial en los visitantes y una ligera lluvia hizo que se retiraran enseguida.
El panteón iba a ser cerrado a las 6 de la tarde e iba a permanecer así el resto de la celebración, pero permaneció abierto.
Lo mismo sucedió a 12 kilómetros de ahí. Todo estaba listo para que fuera abierto al público y a pobladores, este 1 y 2 de noviembre, el panteón de Tzurumútaro.
Aunque en este caso sí hubo filtros sanitarios, dentro de este cementerio ubicado en la entrada a Pátzcuaro, los visitantes y habitantes rompían las medidas sanitarias.
El dispositivo de autoridades estatales, municipales y de Guardia Nacional, no pudo evitar las aglomeraciones, ni los ríos de personas.
Estos dos lugares (Tzintzuntzan y Tzurumútaro), fueron los únicos panteones de toda la Región Lacustre de Michoacán, donde se abrieron las puertas de los panteones.
La mayoría de las 52 comunidades indígenas de la ribera del Lago de Pátzcuaro, respetaron las recomendaciones sanitarias y velaron a sus fieles difuntos en casa.
kach