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El fuego calcinó el jacal que doña Sabi habitó por 50 años en Cubitos

Doña Sabi y don Enrique se quedaron sin casa luego de que un incendio quemó un jacalito en el que vivían, sin luz ni agua

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– Doña Sabi es una mujer de la tercera edad que se dedica a la venta de dulces en Pachuca, hasta el martes era dueña de un jacal en el Cerro de Cubitos, pero su hogar fue arrasado por las llamas.

Hace casi 50 años construyó su vivienda con madera que le donaron vecinos y láminas que adquirió por cuenta propia, desde 1976 habitó el predio ubicado sobre la calle Adolfo Ruiz Cortines del Cerro de Cubitos, el mismo que la tarde del martes quedó destruido pese a los intentos de vecinos, policías y bomberos por apagar el fuego.

Nada se logró salvar del jacal de Sabina Hernández Cornejo, con el incendió se calcinaron tres colchones, ropa y zapatos que usaba ella y don Enrique, un adulto mayor de 62 años sin familia que desde hace 15 años doña Sabi rescató para evitar que continuara viviendo en las calles, bebiendo y fumando. Hoy, ambos carecen de un lugar digno donde vivir.

Yo tenía muchos años aquí, mis vecinos saben que trabajé duro para el Cerro de Cubitos. Cuando me quedé viuda, sacaron mis pertenencias a la calle y yo no tenía para dónde irme porque no me alcanzaba para pagar renta y vestir a mis niños, hasta que todos llegamos aquí al cerro (…) Fue en 1976 cuando me vine para acá, clavé pedazos de madera, pedazos de trapo, manta y así empezó mi vida”.

La mujer de la tercera edad desconoce el momento preciso cuando su jacal se incendió, pues al momento del incidente no estaba en el lugar, tampoco sabe las causas del fuego que carbonizó sus pertenencias que como vendedora de dulces adquirió con el paso del tiempo.

Del incendio hasta ahorita no le echo la culpa a nadie porque no estuve ahí, pero yo no tengo enemigos, no comprendo tener enemigos, si alguien hizo un mal no sé, pero luz no había en el jacal, agua no tenía”.

Tras el incendio y sobre el piso carbonizado, los vecinos del Cerro de Cubitos adecuaron un cuarto de block provisional cubierto con lonas para evitar inundaciones en caso de lluvia, al interior, colocaron un colchón, pues ahí continuará viviendo don Enrique. 

Mientras que doña Sabi vivirá de manera provisional con una de sus hijas en la misma zona de Cubitos, en tanto intenta conseguir materiales para un nuevo jacal.

Nunca pensé que me fuera a quedar sin el jacalito, hoy solicito apoyo de la gente y los dejo en su divina voluntad porque no tengo dinero para empezar a hacer otro jacalito o casita (…) Ese jacalito, como quien dice, ya cumplió 50 años y le lloro porque aquí es donde vine a tirar mis lágrimas dándole gracias a Dios de encontrar a donde vivir”.

COMERCIANTE EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Sabina es comerciante ambulante de dulces en el parque Hidalgo y la calle Vicente Guerrero del centro de Pachuca, además de su jacal calcinado, tiene problemas económicos por la pandemia de covid-19, pues a pesar de las restricciones sale a vender sus productos, aunque la ganancia máxima es de 60 pesos al día.

Salgo con mi canastita a vender en la esquina de la zapatería Morelos, hay veces que vendo 40,60, hay veces que vendo 50 pesos, no hay venta, a veces pasa la gente, pero nadie compra porque no hay dinero”.

El parque Hidalgo, ubicado en la capital de Pachuca es otro punto de comercio para Sabina, inmueble que desde marzo está cerrado y en consecuencia no puede comercializar, incluso, señaló que algunos comestibles para ofertar como papas o chicharrones, ya caducaron.

Comprendo que en esta situación de la pandemia por la enfermedad que hay de coronavirus estamos todos escasos de dinero, pero les suplico, yo no he sido mala comerciante y le pido que por favor me ayuden con lo que puedan porque no tengo casa”.

Sabina agregó que, en caso de donaciones, las hagan llegar a la calle Adolfo Ruíz Cortines, manzana 6, lote 5; colonia Cerro de Cubitos y solicitó no realizar depósitos a cuentas bancarias, pues hasta el momento, precisó que no tiene ninguna.

sjl