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Con tres hijos, una tienda en quiebra y deudas, Sofía vive la pandemia

El confinamiento por covid-19 acabó con la tiendita de abarrotes que desde hace cinco años era el sustento de Sofía y sus tres hijos menores de edad

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– En dos meses la pandemia por covid-19 acabó con la tienda de abarrotes de Sofía Hernández, una madre de familia que hace cinco años emprendió su negocio en el barrio de La Raza para mantener a sus tres hijos, todos en edad escolar.

En su local quedan dos bolsas de jabón en polvo apiladas en un anaquel, y en una esquina, un comal para hacer tortillas, lo demás son tres muebles con cuatro, seis y ocho repisas cada uno que carecen de productos, además de un refrigerador para cremería vacío.

Hacer tortillas a mano es la única actividad económica de Sofía que subsiste a la contingencia sanitaria, aunque esto le ha dejado deudas con los distribuidores de gas, pues entre pagar a proveedores o alimentar a sus hijos de 17, 15 y 9 años, prefiere lo segundo.

Oriunda de Tianguistengo, municipio de Hidalgo, Sofía llegó a vivir desde hace 40 años a La Raza, uno de los barrios de la capital del estado con marginación. Aunque fue en 2015 cuando sobre la calle Ignacio Pavón inició su negocio de abarrotes que hoy, está en quiebra.

Anteriormente era tienda, ahora ya no tengo nada porque se terminó todo, ya no tengo para invertir, o le doy de comer a mis hijos o invierto. Yo con el negocio llevo cinco años, nunca había pasado esto, es la primera vez y se siente muy feo de ver como se termina todo”.

Contratar los servicios de proveedores de chicharrones, papas, galletas, refrescos y rellenar sus anaqueles de abarrotes o su refrigerador con productos de cremería, estimó que le costaría alrededor de 20 mil pesos, dinero del que carece.

Las ventas de tortillas han bajado, la verdad sí la estamos pasando mal porque de parte del gobierno no tenemos ningún apoyo. Dicen: ‘quédate encerrado en tu casa’; pero, qué vamos a comer, de qué vamos a vivir”.

Tampoco sabe si califica a los préstamos que otorga el gobierno estatal mediante esquemas de financiamiento de 25 mil pesos con tasa de cero para que los locatarios afronten la contingencia sanitaria, pues argumenta que ese tipo de información no llega a los barrios altos.

Es difícil sacar adelante a los hijos, los hijos no preguntan si tengo para darles, ya es mucho tiempo, ya van más de dos meses que no se puede recuperar esto (…) he llegado al grado de que al señor que me surte el gas le tengo que decir: ´sabe qué, le quedo a deber 200 o 300 pesos y la otra semana se los pago’, y así me las llevo”.

En medio del confinamiento, el día a día de Sofía transcurre juntando dinero para pagar el gas que debe y para comprar la comida, a lo que se suma el desembolso de 20 a 30 pesos de internet según lo requieran las clases en línea de sus hijos y pensando en que acabe el confinamiento para recuperar su negocio.

Prácticamente yo me siento acabada con todo esto, de salud estoy bien, mis hijos están bien y eso es lo que importa, ya con lo demás nos iremos levantando, pero se siente uno mal porque se escucha que hay apoyos pero a nosotros no nos llega ningún apoyo (…) ojalá me pueda levantar de esta”.

 

 

sjl