PACHUCA.- El suspensión de actividades por la pandemia de covid-19 provocó pérdidas económicas al Tuzoofari. El sitio resistió gracias a las donaciones de personas que aportaron costales de comida para los mil 200 animales que residen en el parque.
Rocío Herrero Mejía, Gerente de Comercialización de Tuzoofari, explicó que la contingencia por el nuevo coronavirus restringió la asistencia de personas al zoológico, aunado a los cierres y aperturas intermitentes y la escasez de visitantes provocaron una crisis de recursos.
Sin apoyo del gobierno de Hidalgo, ni de otras instituciones, el parque solicitó la intervención de la sociedad para mantener con vida a dromedarios, tigres, cebras, llamas, hipopótamos y otros animales de 200 especies distintas que residen en el lugar.
Durante el año pasado, los administradores emitieron una convocatoria titulada “Dona 1 kg de ayuda” para que las personas sumaran zanahorias, lechugas, manzanas, peras, papayas, semillas de girasol, cacahuates y avena.
Los donativos empezaron como kilos y terminaron siendo costales, que las personas entregaron en las instalaciones del parque, esto permitió que el lugar se mantuviera en pie y a la espera a la reapertura de actividades.
Esta no ha sido la única campaña para rescatar al lugar que abrió desde 2010, reforestación, crisis económicas y hasta clausuras han marcado los 11 años de vida de este espacio.
Hace apenas unas semanas, volvió a abrir sus puestas, la entrevistada confirmó que hay visitantes toda la semana, aún están al 30 por ciento de su capacidad y con el mínimo del personal requerido, para así hacerle frente a la crisis que aún resienten.
El área de cuidado y atención a los animales es la única que trabaja con la plantilla completa, ya que ninguno de los residentes se puede quedar sin el resguardo de personas especialistas.
En cambio, otras áreas permanecen cerradas al público, sobre todo las de venta de comida, y otros lugares de venta de artículos y recuerdos.
VÁMONOS DE VIAJE…
La Silla Rota Hidalgo te muestra un breve recorrido por este espacio, que de acuerdo con la entrevistada se ha convertido en la fuga de quienes quieren huir de la ciudad, el confinamiento domiciliario y el teletrabajo en casa.
Las medidas de seguridad son el uso del cubre bocas y que las personas permanezcan dentro de su vehículo. El zoológico está compuesto de nueve áreas, en dos de estas hay disponibilidad de estacionamiento para que las personas puedan bajar.
Las primeras en recibir a los visitantes, con toda su galanura son las avestruces, con su plumaje pinto, se agachan hasta las ventanas de los autos a sonreír.
En varias de las áreas es libre la alimentación a los animales, una de las pocas tiendas abiertas dentro del complejo vende botes de zanahorias para compartir con los animales. En otros pasillos, hay comida en máquinas, por un peso dispensan una pequeña cantidad de alimento para dar a las aves.
La regla dentro del lugar es no alimentar a los changos, monos araña, avestruces y cebras, no importa cuánto lo rueguen. El lugar cuenta con un reglamento en el que la persona que sea sorprendida maltratando y dando alimento no permitido se debe retirar.
El recorrido es sorprendente en cada kilómetro. Hay nueve áreas, la primera es Himalaya donde hay cerdos vietnamitas coyotes, jabalís, yaks, y pecarís de collar.
Okavango es la segunda sala, con borregos de cuatro cuernos, burros enanos, hipopótamos, pecarís de labios blancos y hasta un cocodrilo. Esta área también tiene la disponibilidad para que la población la recorra a pie.
En el tercer lugar está Yellowstone con alpacas, gamos europeos, wapitís y órix cimatarra, esta es una verdadera escena de película africana, con todas esas especies que salen en la pantalla grande.
Machu Picchu tiene antílopes nilgos, llamas, y ponis, unos verdaderos modelos que posan, sonríen y mueven sus pestañas para las fotografías. El quinto espacio tiene Chimpancés, hienas, lobos, monos, venados, Munt Jacks y es la residencia de uno de los personajes más queridos del lugar, Benito, la Jirafa.
Esta área se llama Baikal, está disponible para bajar del auto, además tiene acceso a comida y bebida para los visitantes y un lugar de descanso con una especie de laguna que emula la historia del Cisne Negro.
En el siguiente sitio, se recorre en auto, hay dos especies de jaguares, tres de leones, pumas, bisontes, tigres de bengala y blancos; así como inmensos dromedarios.
Para terminar, en Sherwood hay antílopes y ciervos, y en Kilimanjaro hay guanacos, más antílopes, axis y para el gran final, las cebras.
El lugar es atendido por jóvenes, no hay basura y las reglas son estrictas. Este se convierte en un contacto real con la naturaleza, y con muchos animales que antes de este parque, sólo podían verse en el cine.
LA AVENTURA SAFARI
Este es un espacio que cuenta con todas las medidas de bioseguridad. El costo por persona adulta es de 99 pesos, los niños entre 3 y 12 años pagan 75 pesos y los adultos de la tercera edad, 60 con credencial del Inapam. No se acepta pago con tarjeta ni mascotas.
Los horarios son de 8:00 de la mañana a las 5:00 de la tarde y abre todos los días de la semana. También tiene paquetes para acudir a Mundo Fútbol y Salón de la Fama.
En su máxima capacidad, el lugar tiene set de fotos, sala interactiva, gotcha y tirolesa. El lugar incluso hace paquetes para cumpleaños y visitas de varias personas con sana distancia.
Tuzoofari es un zoológico construido en el casco de una hacienda del siglo XX, con una extensión de 200 hectáreas, de las cuales 65 son utilizadas para recrear el hábitat de mil 200 ejemplares de 200 especies diferentes.
El lugar está a 30 minutos de Pachuca, el camino es por la autopista Pachuca-Tizayuca, hasta el entronque de la carretera Pachuca-Tulancingo, en la que se debe tomar la desviación hacia Epazoyucan, donde hay señalamientos hasta llegar al lugar.
Fotografías de Sonia Rueda
sjl