PACHUCA. – La Jauría de Balú denunció que la alcaldía Pachuca sacrificó a 40 perros que estaban en el Centro de Atención Canina Metropolitano sin verificar si eran buscados por sus dueños, cuáles eran aptos para adopción y cuáles eran agresivos.
Así lo señaló Alba Luisa Jiménez del Ángel, representante del colectivo de protección animal, quien refirió que, tras la muerte de los canes, busca que la alcaldía transparente los motivos de tal decisión y las condiciones que tenía cada can.
Debe haber transparencia, ellos deben de tener un reporte, una bitácora de las condiciones en las que entró cada perro”.
Refirió que le notificaron que durante el 4 y 5 de mayo comenzó el sacrificio de los perros; situación que corroboró debido a que con regularidad asiste a control canino para inspeccionar, en su calidad de ciudadana, cómo están los animales, si les dan de comer en el suelo, vasos, platos o si las jaulas están sucias.
“Se me informa el día jueves en la mañana que sacrificaron perros durante la tarde del miércoles y en la madrugada del jueves, que un camión fue a recoger los cuerpos. Fueron 40 perros sacrificados”.
A raíz de la muerte de los animales, Jiménez del Ángel consideró que el Centro de Atención Canina debería tener mayor flexibilidad debido a que hay personas que van a buscar a sus perros, pero solo les dicen que no están, sin antes permitirles visitar las jaulas.
Lee también en LSR Hidalgo: Simpatizantes aportan 390 mil pesos a Viggiano, Menchaca, Berganza y Lima
“No debe de ser así, Control Canino debe de abrir sus puertas porque al final de cuentas están tratando con seres sintientes que no pueden hablar”.
Expresó preocupación por las capturas de los canes, pues indicó que hay algunos animales que están gestando o alimentando a sus cachorros.
Cabe recordar que, en marzo de este año, una vecina de la colonia Piracantos, se subió a un vehículo con jaula propiedad del ayuntamiento, donde habían capturado a dos perros callejeros que cuidan ella y otros vecinos.
La joven trepó a la camioneta municipal como un acto de resistencia a fin de dignificar el trato hacia los lomitos que no tienen un hogar e incomprendidos por otras personas que los ven como una plaga y amenaza.
sjl