PACHUCA.- El regreso a clases en 44 municipios de Hidalgo ha generado reacciones a favor y en contra, mientras que para una madre trabajadora el cese de las escuelas la llevó a contratar servicios escolares hechizos por hasta 6 mil pesos, otra, que hace home office prefiere que sus hijos continúen con clases en línea.
Aunque ambas viven en la zona metropolitana de Pachuca, donde todavía no se anuncia el regreso a clases, el próximo 18 de octubre 22 municipios del estado deberán reabrir las aulas.
Alejandra Robles es madre de dos menores, el menor de ellos inició el prescolar antes de la pandemia de covid-19 y está por concluirlo, pero no tiene amigos ni desarrolló habilidades que sociales que deben ser propias de su edad.
Elle considera que es urgente el regreso a clases en toda la entidad, en primer lugar porque el resto de las actividades están abiertas. Bares, turismo, restaurantes, empresas ya regresaron al modo presencial, dice, lo único que falta es la educación.
“Nos dijeron que por el síndrome multisistémico pediátrico no podíamos volver, la pregunta es ¿Dónde se contagiaban esos niños? Pues en su misma casa, cuando su familia relajó las medidas o cuando los acompañaban al trabajo o cuando salían a restaurantes o a otras actividades. Regresar a clases no se trata de olvidar que hay una pandemia, es seguir con las medidas, pero permitir a los niños que tengan un desarrollo sano”.
Dijo que el hecho de no permitir que abran las escuelas se debe más a una discriminación a los menores.
Agregó que la reactivación de diversas actividades generó que las familias buscarán alternativas para que sus hijos no se quedaran solos en casa.
Se implementó una modalidad de “escuelas hechizas”, es decir, espacios donde reciben a los pequeños, les dan clases o los cuidan, ya que los padres deben seguir con sus empleos y los deben dejar en algún lugar.
Esas escuelas, que son prácticamente hechizas, se adaptan en una casa, en un lugar que no es un salón de clases, y de esto tenemos que aprender muchas cosas, si siguen abiertas es porque nadie se ha contagiado, funcionan con convivencia de burbuja, es decir, con poquita gente, del otro lado está la seguridad, conozco una que es una casa, y para el recreo, los niños salen a la calle”.
Estos espacios operan de forma oculta a las autoridades, dan servicio para que las familias mantengan la estructura de las escuelas en sus hogares y en general para que los menores estén acompañados en su nivel de aprendizaje, no sólo de los contenidos escolares, sino también de las habilidades sociales propias de su edad.
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La entrevistada también resaltó que, si bien estos espacios han sido útiles, algunos tienen colegiaturas que llegan hasta los 6 mil pesos por mes. Además de los precios a ella le preocupan algunas condiciones.
No son todas, algunas funcionan bastante bien y tendríamos que aprenderles su proceso de adaptación a la pandemia, pero otras están en un cuartito o en un edificio, donde se han podido aceptar, no hay seguridad en los perfiles que se contratan, ni espacios adecuados, tampoco es que sepan cómo funcionará el regreso a clases y si podrán seguir abiertas”.
El regreso a clases total ya está cada vez más cerca, esta semana las autoridades de Salud y Educación anunciaron que 44 municipios estarán abiertos para el 18 de octubre.
Esto se debe a la reducción de trasmisión comunitaria del virus, hasta el momento, han detectado cinco brotes que no representan un incremento en la curva epidemiológica, es decir, los contagios siguen en los espacios públicos.
EL OTRO LADO DE BALANZA
Aunque hay padres, madres y tutores que están listos para el regreso a clases, otros, siguen renuentes, una de ellas es Rosalba Medina, también tiene dos hijos, pero ha decidido no volver a clases. “Dicen que es optativo, y yo no quiero exponer a mis hijos ni a mi familia”.
Desde que comenzó el confinamiento domiciliario, ella asumió el aprendizaje de sus hijos, se convirtió en madre, maestra y cada tarde les ayuda a realizar sus tareas, y desde los grupos de whatsapp monitorea los avances de sus hijos.
Aunque considera que no es la misma experiencia, explicó que hasta que se autoricen las vacunas en menores de edad, ella aceptará que sus hijos vuelvan a clases.
No tengo necesidad de que salgan o vayan a la escuela, nos hemos acomodado muy bien en casa, tienen responsabilidad y saben que deben cumplir”.
De acuerdo con el secretario de Salud, Alejandro Efraín Benítez Herrera, hasta el momento hay 70 contagios directamente relacionados con el regreso a clases. Estos han sido clasificados en cinco brotes desde la semana 35 hasta la 40. Son 25 alumnos, 38 docentes, y siete personas de administración.
jgp