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Antes del AIFA Vianey llegaba en 20 minutos a trabajar, ahora son 2 horas

Vianey vive en San Jerónimo Xonacahuacan, una localidad donde se une la autopista México-Pachuca y el camino al nuevo aeropuerto

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– De lunes a viernes a Vianey le lleva dos horas trasladarse de su casa al trabajo y viceversa, un recorrido que hacía en 20 minutos antes de que empezaran las obras del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

La joven de 26 años es oriunda de San Jerónimo Xonacahuacan, una localidad del municipio de Tecámac desde donde sale diariamente a las 7 de la mañana para tomar un taxi que la deja sobre la carretera México-Pachuca, donde aborda una combi que la traslada cerca del AIFA, donde colabora archivando documentos relativos a la obra.

El tráfico no solo aumentó el tiempo que Vianey viaja en el transporte, sino que también elevó su cansancio y estrés por las horas que pasa trasladándose. 

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A finales de 2021, Vianey envió su currículum a empresas de Hidalgo localizadas ubicadas en Pachuca y Tizayuca, también asentadas en Tecámac, Estado de México, pero finalmente se decidió por el empleo más cercano a su domicilio para evitar problemas de transporte.

Estoy trabajado en el Aeropuerto, elegí aquí porque me quedaba más cerca por lo del tráfico, entonces no es lo mismo levantarme a las 5-6 de la mañana para irme a trabajar que empezar a las 4 de la mañana, como los que van más lejos”.

Desde San Jerónimo hasta el AIFA, Vianey estima tardaría 10 minutos en llegar si no existiera la fila de autos que circulan a vuelta de rueda.

Sin embargo, los 10 minutos se prolongan hasta 60 e incluso el tiempo puede ser mayor en horas pico que van desde las 6:00 y hasta las 12:00. 

El pueblito más cercano al aeropuerto es San Jerónimo, donde vivo, aquí justamente a un lado está la entrada de la autopista que une Pachuca y la Ciudad de México y hay como un distribuidor vial que justamente va hacia donde está la construcción, cuando se hace el tráfico empieza desde mi pueblo”.

Pasando el mediodía, Vianey consideró que disminuye el tránsito, pero aumenta de nueva cuenta a partir de las 17:00 y hasta las 19:00 horas, cuando los trabajadores como ella, van de regreso a casa. 

Normalmente y sin todo el caos, me hacía de 5 a 10 minutos, ahorita es de una hora y hasta hora y media, es demasiado”.

A pesar de que el trayecto para que la joven llegue a su empleo no es largo, caminar no es una opción para Vianey debido al peligro por el tráfico de automóviles. 

ADIÓS CALIDAD DE VIDA

Para llegar a tiempo a su empleo en el AIFA, Vianey sale a las 7 de la mañana y regresa 12 horas después, a las 7 de la noche. 

La mitad de un día la gasta en traslados y en su jornada laboral, mientras que el tiempo restante lo usa para descansar.

Por lo mismo del tráfico, una llega agotada del transporte y luego allá la obra, las máquinas, los trabajadores y el ruido todo el tiempo, ocasiona una fatiga muy grande”.

Debido a la prolongación en sus viajes de ida al trabajo y de vuelta a casa, Vianey también dejó de hacer algunas actividades recreativas.  

Antes iba al gimnasio, ahora ya ni siquiera dan ganas de nada, ya nada más llegas (…) el traslado sí es muy cansado”.

La joven indicó que, aunque actualmente calcula sus tiempos de viaje para llegar a tiempo a su empleo, las horas podrían prolongarse cuando se retomen actividades escolares presenciales en la zona donde vive.


sjl