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Abuso sexual infantil, todo lo que debes saber para prevenir y proteger al menor

En Hidalgo de 2010 a 2018 se registraron 56 casos de lesiones por violencia sexual en menores de cinco años de edad, según el SECESP

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- En Hidalgo de 2010 a 2018 se registraron 56 casos de lesiones por violencia sexual en menores de cinco años de edad, según el Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública en la entidad (SECESP).

Conoce algunos de los siguientes indicadores del abuso sexual infantil y recuerda que es importante hablar con el menor, brindarle la confianza y hacerle saber que siempre le vas a creer.

Las madres y padres de familia, cuidadores, educadores y tutores, deben ser las figuras claves en la protección de niñas y niños, así como en la denuncia ante la duda, sospecha o la confirmación del abuso sexual.

Deben mantenerse alerta ante cualquier cambio de conducta, puede ser una señal de que están siendo abusados sexualmente y no saben cómo decirlo.

¿QUÉ ES EL ABUSO SEXUAL INFANTIL?

El abuso sexual infantil puede entenderse cuando una persona de la misma o mayor edad, los obliga a tener contacto sexual a través de caricias, besos o tocamientos; a ver y escuchar pornografía o exhibir los genitales y/o a manifestar cualquier comportamiento de tipo sexual.

Las formas más comunes en que niñas y niños pueden ser abusados sexualmente son al tocar sus genitales u otras partes de su cuerpo; tener contacto buco-genital del abusador(a) con la niña o el niño; utilizarlos en la elaboración de material pornográfico; obligarlos a ver películas, revistas o fotos y exhibir o tocar los genitales del abusador (a).

El abuso infantil es un delito, si eres víctima de éste  o  sabes de algún caso denuncia al 911.

¿CÓMO DETECTAR A LAS PERSONAS ABUSADORAS?

Generalmente las personas que abusan sexualmente a niñas y niños emplean su poder, autoridad y fuerza, así como el engaño y la mentira para manipular al menor.

Puede ser un familiar, conocido de la familia, vecino, profesor, cuidador e incluso el padre o la madre.

Estas personas abusan de la confianza que se le tiene y utilizan premios; amenazan verbalmente, propician castigos, tienen conductas no esperadas, generan miedo o violencia física.

ETAPAS DEL ABUSO SEXUAL

El abuso sexual inicia con la seducción; la persona abusadora realiza con la niña o el niño actividades que le son divertidas y le gustan, a fin de ganarse su confianza.

El segundo paso es la interacción abusiva en donde el abusador continúa con juegos eróticos y sexuales como besos, caricias y tocamientos en genitales.

Un tercer momento es el secreto para mantener la relación abusiva, a través de la “ley del silencio”, el chantaje o las amenazas por parte de la persona abusadora.

Como cuarto paso se encuentra la divulgación, que se da cuando la niña o el niño ya no toleran el abuso y deciden contarlo, cuando son sorprendidos por otra persona o cuando aparecen síntomas que generan sospecha.

Finalmente, está la represión o retractación que ocurre cuando la niña o el niño se sienten descalificados por las personas adultas en lo que dice, niegan la evidencia de los hechos o en ocasiones es presionado para retractarse de lo ocurrido.

ENTORNOS COMÚNES EN EL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Una niña o un niño es víctima de abuso sexual y tiene las características como la baja autoestima; la timidez o retraimiento; la dificultad para establecer límites; la actitud de sumisión y la dificultad para decidir.

Familiares como el hecho de vivir separados de sus padres o personas viviendo temporalmente en casa; el aislamiento dentro del entorno familiar; la necesidad de afecto y atención no satisfechas; la escaza o nula educación sexual o alguna discapacidad.

Respecto a las características sociales, están vinculadas con el ejercicio de la prostitución en su entorno; la orfandad; el hecho de pertenecer a una minoría étnica; vivir o trabajar en la calle y, el abuso de drogas y/o alcohol.

CARACTERÍSTICAS DE LA VÍCTIMA

Los infantes presentan conductas diferentes a las que venían realizando de manera cotidiana como tener pesadillas, dificultad para dormir o mojar la cama cuando ya no lo hacían; muestran conocimiento o comportamiento sexual, o se expresan mediante dibujos no propios de su edad y que no han sido aprendidos en su entorno familiar ni escolar.

Asimismo, expresan temor por una persona en particular y se resisten a estar solos en casa y/o asistir a la escuela.

FALSAS CREENCIAS

Es común pensar que esta conducta no es frecuente porque niñas y niños conocen sus derechos; decir que confunden la realidad con la fantasía; pensar que les gusta o lo inventan sólo para llamar la atención.

De igual manera, creer que el abuso sexual es un fenómeno relacionado con la pobreza; señalar que las madres son cómplices; considerar que niñas y niños se vuelven pervertidos sexuales o repiten el patrón con otros; asegurar que sólo los pedófilos violan y que el abusador sexual tiene características muy identificables; dar por hecho que se requiere de mucho tiempo para abusar sexualmente de una niña o un niño y lo más común, decir que a mis hijas e hijos nunca les va a pasar.

PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Es importante enseñarles a niñas y niños el conocimiento, respeto y cuidado de su cuerpo y hacerlos conscientes para que se digan a sí mismos “Mi cuerpo es mi territorio”.

Como sus cuidadores está la labor de explicarles la diferencia entre una expresión de cariño y una caricia sexual.

También que comprendan que cualquier persona, hasta un familiar, puede lastimarlos o hacerlos sentir mal por lo que nadie puede tocar su cuerpo o hacerles caricias que los hagan sentir incómodos, aun siendo personas cercanas a ellas y ellos y en especial que aprendan a reconocer que hay secretos que lastiman y que no pueden quedar como secretos.

Educar a niñas y niños en el reconocimiento, autocuidado y respeto de su cuerpo con un lenguaje claro, sencillo e información de acuerdo a su edad, es la mejor medida que los protegerá del abuso sexual.

ANTE EL ABUSO, APLICA LAS TRES “C”

El DIF Nacional propone poner en práctico a las tres “C” de protección a niñas y niños respecto al abuso sexual, para que se sientan seguros al lado de sus padres, tutores o cuidadores.

1.- Confíe en ellas y en ellos para que hablen con libertad y evite regañarlos y/o acusarlos.

2.- Créales y hágales saber que siempre dicen la verdad respecto al abuso sexual.

3.- Comuníqueles que no han tenido la culpa de lo sucedido y asegúreles que usted no permitirá que se repita.

El uso de las tres “C” es fundamental

(Con información de Gobierno de México)

jgp