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A un año, homicidio de jóvenes en Ixmiquilpan, impune

El 5 de enero se escribió una de las páginas negras en la historia de nuestro estado. Dos jóvenes fueron asesinados por agentes estatales y federales

Escrito en ESTADOS el

HIDALGO (La Silla Rota).- Aunque la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) encontró indicios de la posible responsabilidad de elementos de la Policía Federal (PF) en los homicidios de Fredy Cruz Martínez y de Alan Giovani Gutiérrez Contreras durante una manifestación por el incremento a los precios de los combustibles, el 5 de enero de 2017 en Ixmiquilpan, el crimen, a un año, sigue impune.

El fiscal Ramiro Lara Salinas reconoció que existe una probable responsabilidad de agentes, cuya identidad y número reservó, motivo por el cual, acotó, la dependencia estatal “se ve imposibilitada para continuar con las investigaciones”, por lo que desde el 14 de febrero remitió las diligencias a la PGR.

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Esta instancia, añadió, se encargaría de deslindar y determinar responsabilidades por el deceso de los dos hombres originarios del Valle del Mezquital; no obstante, 356 días después los deudos no tienen justicia.  

“Quiero justicia y que castiguen a quien disparó”, exigió Albina, madre de Fredy Cruz, quien sepultó a su hijo, acaecido por una bala que, presuntamente, salió de un arma que portaba un policía federal.  

La carpeta de investigación 07-2016-00015, iniciada por la muerte de Fredy, cuenta con una prueba en video en la que se observa al originario de Maguey Blanco caído y, con la sangre que fluye de su abdomen, donde penetró una bala, grita: “ayúdenme, no me dejen solo”. Lo levantan de la espalda, entre el tumulto desarmado contra quien van dirigidos los disparos.

En la ceremonia fúnebre del 7 de enero, que se llevó a cabo frente a las instalaciones de la delegación de la PF en Ixmiquilpan, los deudos aseguraron que fueron los agentes quienes dispararon en la confrontación e identificaron a uno, al que conocen con el sobrenombre de El Puma, como uno de los agresores.

“Gobierno asesino”, decía una lona colocada detrás del ataúd de Fredy, que fue transportado en una carroza donde viajaban los deudos, su familia, pero era resguardada por una centena de comuneros que recorrían la vía México-Laredo por la que pobladores y elementos de la policía discreparon con saldo de 11 heridos y dos muertos; con música de viento y rosas que caían al paso del cortejo mortuorio, en el que también era recordado Alan Giovani, el segundo caído.

“El 5 de enero se escribió una de las páginas negras en la historia de nuestro estado. Dos jóvenes de Ixmiquilpan fueron asesinados por agentes estatales y federales que dispararon contra una población enardecida, sí, pero indefensa contra las fuerzas policíacas que estaban armadas hasta los dientes”, reclamó en la tribuna del Congreso local el diputado Efrén Salazar, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien pidió, a través de un exhorto, justicia para Ixmiquilpan y castigo a los responsables.

“Una vez más fue el Estado. Una vez más, una protesta ciudadana ocasionada por las políticas irresponsables e irresponsables del partido oficial tiene un saldo negro. Una vez más, el PRI se mancha las manos con sangre, como ha sido a lo largo de su historia en los últimos 90 años”, acusó.

La madre de Fredy reconoció que no pudo terminar de ver el video de la agonía de su hijo, que ahora posee la PGR: “Al ver sus fotos me da mucha tristeza y lloro. Me pregunto: ¿por qué habrá sucedido eso?

Alan Gutiérrez, por su parte, trabajaba de vigilante en Comercial Mexicana, donde ocurrió el primer enfrentamiento, aunque también entrenaba box en San Nicolás. “Ya había peleado una ocasión en el municipio de Tasquillo y ganó, tuvo tres peleas en el tiempo que él entrenó”, recordó su madre.

“Él me mantenía a mí, él pagaba los gastos de la casa, donde vivíamos mi nieta, mi hijo y yo”. Tras la muerte, por lo tanto, quedó sin sustento. Si la bala de un asesino no hubiera lacerado el cuerpo de Alan Giovani, el 31 de mayo pasado habría cumplido 27 años.





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