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CDMX, el difícil retorno del sector inmobiliario

Ramón no tiene trabajo desde hace tres meses por la parálisis de obras de proyectos inmobiliarios clausuradas o suspendidas

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Escrito en ESPECIALES LSR el

Ramón Morquecho Escamilla es oficial de albañil y desde hace 30 años se dedica a la construcción en la Ciudad de México. Dice que en ese tiempo ha resentido la crisis de escasez de empleo en solo dos ocasiones: 1994 y este 2019. 

La razón por la que Ramón no tiene trabajo desde hace tres meses se debe a la parálisis de más de 500 obras de proyectos inmobiliarios que están clausuradas o suspendidas, luego que el gobierno de Claudia Sheinbaum instruyera una revisión a todos los permisos otorgados en la administración anterior. 

(Ramón Morquecho Escamilla. Foto: Sharenii Guzmán)

 Gabriela Alarcón, directora de la plataforma de certificación y transparencia, Desarrollador Confiable observa que la parálisis de las construcciones en la capital del país ha provocado un efecto cascada de la desaceleración económica, escasez de empleo en este sector y pérdida de inversiones. 

“Desde más arriba, los grandes capitales que están en fondos de inversión especializados en bienes raíces, las afores, así como los bancos están dejando de invertir en proyectos en la Ciudad de México y grandes inversiones se están yendo a otras ciudades del país y del mundo”, señala Alarcón.

También, agrega, parte de las implicaciones de esta clausura masiva es que las empresas desarrolladoras han tenido que recortar personal o han dejado de contratar profesionistas: despachos de arquitectos, ingenieros y urbanistas. Esto que tiene un efecto dominó ha llegado hasta los trabajadores de la construcción como son albañiles y maestros de obra.  

Este miércoles, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum presentó un plan que incluye 11 corredores de regeneración urbana y vivienda social para evitar la gentrificación y al mismo tiempo rescatar zonas que están abandonadas en áreas céntricas de la Ciudad de México.

El plan prevé inversión privada y pública de hasta 45 mil millones de pesos, y la condición para las empresas que participen es que dejen 30% para vivienda de interés social. Entre las características que tendrán dichos corredores, según explicó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es que no tengan problemas de uso de suelo y que además tengan servicios a la mano como agua, drenaje y opciones de movilidad.

La mayoría de los proyectos que se han frenado desde que entró a su administración en diciembre de 2018 presentaron irregularidades en el proceso de trámites y permisos. Por ello la cancelación. Sin embargo los trabajadores lo están resintiendo.



De acuerdo con un informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los empleos de este sector en CDMX han disminuido durante los primeros cinco meses del 2019. En febrero hubo una caída del 8.2 por ciento. Mientras que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción reportó que en ese mismo periodo esta entidad tuvo la mayor contracción a nivel nacional. Solo en mayo se registró una pérdida de 35 mil 248 empleos. 

 

El sector de la construcción es importante para la economía del país y el desarrollo de localidades. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) esta actividad contribuyó en 7.6 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) total del país en el primer trimestre de 2019.

“Para nosotros el sector de la construcción es uno de los principales componentes para el crecimiento y desarrollo económico del país”, dijo Brian Rodríguez Ontiveros, analista bursátil de Grupo Financiero Monex.

El especialista detalló que los proyectos de carreteras, puentes, hospitales y vivienda son los que detonan mayor inversión pública y privada; lo cual se traduce en más empleos y mayor demanda de insumos de otras industrias.

Pese a la importancia que tiene esta actividad económica, su dinamismo ha sido desfavorable, ya que, según el Informe Situación Inmobiliaria México de BBVA Bancomer al primer semestre de 2019, el sector se desaceleró y dio como resultado un crecimiento de solo 0.6 por ciento en 2018.

Además, aunque el Inegi publicó el 9 de agosto de 2019 que de acuerdo con cifras desestacionalizadas el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) del país aumentó mensualmente 1.1 por ciento y la construcción creció 3.1 por ciento; al analizarlo de forma anual, el resultado no fue del todo positivo. 

Para Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com, un declive en el sector se traduce en menor certeza en los costos, contracción en los flujos de inversión y que la planeación de proyectos nuevos se den en un mayor plazo.

Trabajo escaso

Ramón tiene cinco hijos y la que ahora lleva dinero para solventar los gastos de su casa es la esposa. Relata que en otros años durante estas fechas siempre había trabajo. Ahora no es el caso. 

“Está complicada la situación, pero haber como le hacemos para salir de esta crisis que nos está poniendo el gobierno, aunque no lo reconoce. Además de las obras que están paradas, en estos días el gobierno debió de haberle dado a las primarias y secundarias su mantenimiento, pero dice que no va a dar dinero. Al no darles ese presupuesto, obvio que va a afectar a mucha gente de la construcción, tanto a la mano de obra como a los que se dedican al surtido de materiales”, indica Morquecho.

Desde hace varios años, Ramón, al igual que otros trabajadores de la construcción, acude todas las mañanas a la Plaza San Jacinto en San Ángel, al sur de la ciudad. Ahí que se ha vuelto una tradición, llegan los contratistas de obras inmobiliarias o particulares que necesitan oficiales de albañil, yeseros, aplanadores y plomeros. 

“No solo afectan a los albañiles, sino a las familias”

En las últimas semanas y meses, la Plaza San Jacinto luce saturada de trabajadores en busca de que alguien los contrate. Tal es el caso, de Jaime García Chávez, maestro oficial de albañilería. Comenta que la situación del desempleo en la construcción va en picada. 

(Jaime García Chávez. Foto: Sharenii Guzmán)

“En el momento de que clausuran una obra, tanto peones, oficiales como arquitectos se quedan sin trabajo. Hay gente que vive al día y en ese tiempo que queda suspendida la construcción no hay sueldo. Ahí es donde viene la afectación que no es tanto para uno, sino para la familia. En estos tiempos de las salidas de las escuelas no hay dinero. Y luego viene el regreso a clases, hay que comprar los útiles y uniformes”.

Jaime reclama que mientras la atención está en la política, falta de medicamentos e inseguridad, pocos voltean a ver lo que ocurre en la construcción. “Nos tienen olvidados. En las calles solo se ven las obras con sellos de clausura, pero nadie se está preguntando que pasa atrás de eso, a quiénes está afectando. Ya llevamos meses así, casi desde inicio del año”. 

(Plaza San Jacinto)

García Chávez relata que cuando empezó a sentirse la crisis, él acababa de terminar de trabajar en una obra y ya tenía apalabrado otra que duraría dos años.”Ya habían entrado las máquinas a limpiar terreno, estábamos por empezar. Sin embargo, se cayó el contrato, la construcción fue suspendida dos días antes de que entráramos”. 

Detenidas las obras, en todos sus procesos

Gabriela Alarcón de Desarrollador Confiable indica que no solo están detenidas aquellas construcciones que estaban en marcha a principios de año, sino también las que apenas iban a empezar. 

“Por otro lado, hay 88 obras de grandes dimensiones que no han podido iniciar trabajos, ya que no han recibido los permisos correspondientes por parte de Seduvi”, añade. 

Dicha plataforma de certificación y transparencia, que realizó un conteo con información del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y de las alcaldías, registró que son 496 obras detenidas de un total de mil 170 que ya estaban en marcha desde el inicio de este 2019, de las cuales, 249 corresponden a Benito Juárez, 142 a Álvaro Obregón, 70 a Miguel Hidalgo, 26 a Cuauhtémoc, 7 a Venustiano Carranza y 2 a Cuajimalpa.

“Hemos detectado que en la terminación de obra y para empezar la ocupación y ya la venta formal de los inmuebles, y que también ahí se necesitan ciertas autorizaciones de Seduvi, también están detenidas en esa última fase de la construcción”, expresa Alarcón.

LA SILLA ROTA solicitó entrevista a Seduvi sobre el tema de la revisión de los permisos, no se otorgó y en lugar, el área de comunicación envió una tarjeta informativa, donde señala que en relación a los 174 polígonos de actuación, autorizados entre 2017 y 2018, se detectaron irregularidades en 48, pero solo en 22 se promovieron juicios de lesividad. 

“En este sentido es importante subrayar que los proyectos fueron suspendidos por la autoridad competente (Tribunal de Justicia Administrativa). En los restantes 26 se iniciaron procedimientos de revocación del dictamen y esto aplica así pues en ninguno de éstos se había  iniciado obra”, apunta Seduvi. 

La dependencia destaca que hasta la fecha en 16 casos, de manera voluntaria los promoventes modificaron sus proyectos para apegarse a las normas y los usos de suelo establecidos en los programas de desarrollo urbano de diversas alcaldías de la ciudad, entre las que resaltan Benito Juárez, Cuauhtémoc y Álvaro Obregón.

Los despachos de arquitectos, también en jaque 

Adela Rangel, codirectora de Akurat Arquitectura, expresa que desde que entró la nueva administración comenzaron a frenarse los polígonos de actuación. Reconoce que algunos desarrolladores cometieron algunos abusos en esta forma de autorización. Sin embargo, el porcentaje más grande son los que están haciendo proyectos productivos para la ciudad. 

Rangel subraya que de 128 proyectos nuevos de vivienda que hasta el momento han contabilizado se encuentran parados, 25 corresponden a un cliente de su despacho. “En Centros Comerciales que se suspendieron, en términos de personal para nosotros representa una pérdida del 45 por ciento”. 

Otro ejemplo del impacto en la parálisis inmobiliaria, Rangel indica que en una obra de departamentos de interés social afuera de la estación Zaragoza del Metro, en la que su firma participa, y que fue clausurada, se quedaron sin empleo más de dos mil 500 trabajadores. 

“Nos clausuraron un desarrollo orientado al transporte, que es un cliente que hace desarrollo de vivienda asequible. Fue sin razón alguna, después argumentaron un tema de uso de suelo teniendo nosotros un polígono de actuación, que lo que hacía era reacomodar el potencial del suelo. Finalmente se aclaró y se continuó con la obra. Al mes nos llegó un oficio de que iban a clausurar, pero no nos pusieron los sellos, hablamos a Seduvi para ver la razón y nos dijeron que como habían clausurado tantas obras se les habían acabado los sellos”.

En relación a la declaración en días pasados de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum sobre que la construcción no es el motor económico de la Ciudad de México, Rangel considera que eso no lo podrá demostrar, puesto que es una metrópoli que requiere de mucho desarrollo y que la densidad trae beneficios de competitividad. 

“La construcción emplea a muchísima gente. Si hace este análisis (Sheinbaum) esperemos que el resultado le haga ver la importancia de nuestra industria como motor económico para la ciudad”, reitera la codirectora de Akurat Arquitectura. 

Billy Springall, socio director del despacho de arquitectos Springall + MK, afirma que el 25% de su cartera de proyectos está afectada. Agrega que esta situación está impactando al mercado de trabajo de arquitectos, constructores, desarrolladores y empleados de la construcción. 

“Lo que he visto son proyectos que estábamos por empezar, cuyas inversiones se han parado por completo porque se han ido a otras ciudades. Muchos se han ido a Guadalajara, otros al Estado de México. Esto al no tener elementos de garantías de cumplimiento de las normas autorizadas. Ese dinero se está desplazando”, dice Springall. 

Comenta que la inversión inmobiliaria en la ciudad está detenida: edificios pequeños, medianos y de gran magnitud. “Básicamente el espectro que hemos observado, desde nuestra trinchera de diseñadores, es que son proyectos, cuyos inversionistas han decidido suspender sus capitales”. 

Sringall recalca que uno de los retos más grandes de la ciudad con respecto a sus habitantes es dar acceso a la vivienda y ello está íntimamente relacionado con la capacidad de compra. 

“En la Ciudad de México se demandan alrededor de 50, 60 mil viviendas y se construyen 15 mil al año. Hay un principio de ley de oferta y demanda que ha hecho que la vivienda se encarezca, porque hay muchos compradores y pocos vendedores. Y lo que están haciendo, lo que va a provocar esta parálisis, lejos de una baja en precio de la vivienda es encarecerla más”, concluye Sringall.

DJH