Desde el 2013, cuando Juan Pablo Meneses publicó el libro "Niños futbolistas", viene escribiendo que el futbol está en vías de extinción. Pero, la mutación se ha acelerado bruscamente, según publicó en la BBC Mundo.
“Lo que se juega ahora y entretiene de otra forma y suma seguidores y fanáticos y cerros de millones de dólares es otro deporte: el postfútbol”, comentó Meneses a la BBC Mundo.
De acuerdo con el escritor, la pandemia y las últimas Copa América y Eurocopa han terminado por la desfiguración total del futbol clásico.
Tanto, que hasta la propia FIFA lanzó recientemente un comunicado desesperado, y tardío, anunciando que "no tiene intención de probar nuevos cambios" en el deporte.
Como una forma de visibilizar este nuevo juego, hay que recordar que, Meneses publicó una columna durante la Copa América de 2015.
Ahí contaba cosas que parecían normales, pero no lo eran. Por ejemplo, los tickets para los partidos importantes los compran en su mayoría distintas empresas multinacionales; entonces los estadios se llenan de clientes, no de hinchas.
Por esa misma época, una empresa llamada ISE (parte del Dallah Al Baraka, uno de los dos mayores grupos económicos de Medio Oriente), compró todos los derechos de los partidos amistosos de la selección de Brasil, con la cláusula que el jeque dueño podía vetar jugadores de la canarinha.
Y el postfutbol tiene esa gracia: todo lo que toca lo transforma en una versión rentable y futurista del antiguo futbol¿QUÉ ES EL POST-FUTBOL?
El inicio del post-futbol está directamente ligado a la historia de Lionel Messi. Un niño que en menos de diez años ya cuesta más de 200 millones de euros.
Frente a esas cifras, ¿qué importan las medallas?, ¿qué importan los goles?, ¿qué importan los campeonatos?, ¿qué importan las escuelas de formación de nuevos jugadores? Mucho mejor salir de compra
Meneses dice que el gran problema y preocupación y crisis que vive hoy la FIFA es que el post-futbol comienza a ser mucho más entretenido, rápido y excitante que el fútbol clásico que ellos dominan.
Además, asegura que todavía cuesta que algunos entiendan de qué se trata este nuevo deporte. En un comienzo, solamente se asociaba a maniobras extrañas tras la desesperada búsqueda del nuevo Messi; otros lo veían como un asunto de territorialidad e identidad, y estaban quienes lo veían como una versión hIperconsumista del futbol.
Es todo eso, pero es mucho más. Y por lo mismo, en tiempos de pandemia y sueños de súperligas, el fanatismo por el postfútbol crece por los lados más inesperados, sin parar de generar nuevas variantes
En 2015, el sindicato de futbolistas italianos tradujo su libro "Niños futbolistas" y lo repartió entre los clubes que disputan el scudetto. Meneses contó que Italia tiene una historia cruel con la explotación de niños futbolistas africanos, por lo que en su presentación del libro la mitad de mis palabras estuvieron enfocadas en el post-futbol.
"Llegará pronto, les decía. Y llegó antes de lo pensado", dijo el escritor a la BBC.
En este sentido, Meneses indicó que, los diarios deportivos tendrán que contratar periodistas financieros, les exageraba, y eso ya está sucediendo.
La jugada más recordada de Cristiano Ronaldo en la última Eurocopa sea cuando movió una botella en la conferencia de prensa, y que los periodistas no se cansaran de repetir los miles de millones de euros que perdió esa compañía, no es casualidad: es postfútbol en estado salvajemente y puroY aunque la muerte del futbol podría llevar a pensar en una baja en los ingresos económicos, el post-futbol multiplica el dinero y nos tiene viviendo un juego con demasiados estímulos, incertidumbres, tensiones.
MJP