Estado de México (La Silla Rota).- Las quemaduras con cigarrillo en su piel dan muestra de la crueldad, que a sus 17 años de edad, Mariana enfrenta, pues es lesbiana y su familia no lo acepta.
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Desde hace dos años, la joven estudiante de preparatoria, vive con miedo porque habita bajo el mismo techo que sus torturadores: sus padres. Pese al maltrato, por amor a ellos, Mariana no se atreve a denunciarlos.
“He tratado de cambiar para que mis padres no tengan este sentimiento hacia mí. Para mí la familia lo es todo”, es lo que Mariana ha expresado a integrantes del colectivo Fuera del Clóset.
Por ser menor de edad Mariana no puede salirse de su casa, sin embargo, unos familiares están dispuestos a darle alojamiento para evitar que su calidad de vida siga siendo afectada, pues la chica ha dicho a sus compañeros que ya no soporta el maltrato y la humillación que contra ella, sus progenitores ejercen.
Ricardo Coyotzin Torres, coordinador de Fuera del Clóset, comenta que en los últimos años, la homofobia o los crímenes de odio se han recrudecido siendo al interior de los hogares donde más se da el maltrato o bullying.
Lo que Mariana padece – apunta- es tortura y aunque el caso ya lo expusieron ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) al no haber una queja por parte de la víctima, el organismo no puede proceder.
Como organización civil, ella tampoco nos ha dejado emitir la denuncia ni ante la Fiscalía de Justicia ni ante Derechos, por tanto no podemos hacer mucho. El asunto es que las agresiones no cesan y provienen de sus propios padres”.
Coyotzin Torres advierte que hay un vacío legal porque las instancias de impartir justicia no aceptan la denuncia a menos que sea por la propia víctima.
En el Estado de México ocurren en promedio 2.1 crímenes por homofobia al mes. Datos de la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio (CCCCOH) establecen que por este delito la entidad mexiquense ocupa el segundo lugar a nivel nacional. Sin embargo, no está tipificado como delito grave.
La cifra no ha variado desde 2011, se ha mantenido “desde luego que no es nada grato”.
En 2017, se tiene un registro de 35 casos de homicidios en contra de integrantes de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI). Los municipios donde mayor se presenta este delito son Ecatepec, Coacalco, Cuatitlán Izcalli y Toluca.
El año pasado, la comunidad lésbico-gay promovió ante la Legislatura mexiquense, vía oficialía de partes, la tipificación de los crímenes de odio, se busca que este considere como un homicidio calificado y la pena alcance hasta 70 años de prisión.
“De lograrse, creemos que desalentaría la comisión de estos delitos”, consideró Israfil Filós, presidente de Grupos Vulnerables AC.
Recordó que el caso más reciente ocurrió el pasado 19 de octubre contra un maestro en Metepec, del cual no se tiene ningún avance.
Ricardo Coyotzin lamenta la homosexualidad siga siendo rechazada por la sociedad, “aún seguimos viendo como a una persona con una orientación sexual diferente se les discrimina, principalmente los hogares, después en las escuelas no sólo por los alumnos sino también por los docentes”.
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La encuesta de Bullying Homofóbico de la UNESCO del 2016 determina que en México más del 70% de estudiantes con una orientación sexual diferente, sufrieron maltrato verbal o físico en algún momento.
Hizo un llamado al gobernador Alfredo del Mazo Maza a establecer políticas públicas en defensa de los sectores vulnerables y aprobar la iniciativa que tipifica los crímenes de odio como un delito grave.
"Las declaraciones que hizo durante su campaña, fueron muy desafortunadas e incrementaron el odio contra la comunidad. Se generó mucha violencia a raíz de sus expresiones", puntualizó.
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