Acapulco.- Con golpes en cara y cuerpo, el cuerpo de un bebé de tres años de edad fue abandonado fuera de un condominio de la zona Dorada del puerto, entre la plaza comercial Costera 125 y la playa El Morro.
El menor fue dejado en la calle, por lo que turistas pudieron ver el cuerpo del menor al que le habían tirado los dientes de la fuerte golpiza que recibió.
Quadratìn Guerrero, informó que los agentes llegaron a las inmediaciones del condominio Capri, del fraccionamiento Magallanes, donde hallaron al pequeño con vida por lo que de inmediato fue trasladado en ambulancia a un hospital, pero murió antes de llegar.
El cuerpo del menor fue llevado al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley en calidad de desconocido.
Cabe mencionar que al momento del hallazgo, la pequeña víctima vestía playera blanca con mangas negras, pantalón de mezclilla y bóxer azul.
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Este caso se suma a la cruel historia de maltrato para este niño y su mamá por parte de Jesús Alejandro fue el mes de diciembre de 2014 cuando él prácticamente los aisló de la familia. Manuela aseguró que desde esa fecha ella le hablaba a su hija para preguntar por su nieto y escuchaba como su yerno se enojaba y decía groserías.
Fue el 16 de febrero de 2015 cuando Jesús Alejandro golpeó al bebé hasta darle muerte mientras su mamá estaba dormida y lo quiso hacer pasar por accidente.
Varias horas después de cometido el crimen, a Manuela le avisaron que su nieto había muerto por una caída. Recordó que al enterarse se fue a la colonia Lázaro Cárdenas donde vivía su hija y al llegar se encontró con que el cuerpo estaba en una habitación cerrada con llave y ahí estaba un hombre armado, quien tenía como encomienda que ella no viera el cuerpecito porque iba a querer llevárselo.
Al insistir ver el cadáver le permitieron entrar pero un hombre amigo de su ex yerno le apuntaba con un arma en la cabeza, fue cuando ella miró que el rostro del niño estaba muy golpeado y comprendió que no era un accidente sino un crimen.
Salió a toda prisa de la casa, estando afuera se desmayó de la impresión y cuando volvió en sí ya había llegado Jesús Alejandro con un pequeño ataúd y empezó amenazarlos con hacerles daño con una pistola a ella y toda su familia si se llevaban el cuerpo, por lo que tuvieron que retirarse. Ella denunció el hecho al servicio de emergencia, pero nunca llegó una patrulla.
Fue horas después, cuando acudió a la agencia del Ministerio Público a denunciar y al escuchar su relato un investigador se interesó por el caso y fue con ella al domicilio donde vivía su yerno, encontrándose con que ni él, ni su hija ni el cadáver estaban ahí. Con el fin de no ser descubierto, el agresor se lo había llevado a velar a otro domicilio de forma clandestina.
Agentes investigadores detuvieron horas después a Jesús Alejandro, en donde confesó haber cometido el crimen. Familiares del menor aseguran que Jesús Alejandro desde dentro de la cárcel sigue siendo agresivo con ellos y sigue amenazándoles de hacerles daño, cuando ellos sólo piden que se haga justicia.